
La noche de este set sábado, Anuel AA se presentó ante más de 60 mil fanáticos, el puertorriqueño ofreció un espectáculo de gran calidad, mismo que había prometido ser histórico, y no dejó decepcionado a los asistentes que se dieron cita en el Estadio GNP Seguros.

El público, que llegó desde tempranas horas, se mostraba emocionado de ver a su ídolo. La música sopera fue larga, ya que el show comenzó al filo de las 22:00 horas. No obstante, en cuanto se encendieron las luces del escenario y comenzaron a sonar los acordes de “Little Demon”, los gritos fueron ensordecedores y todos se dispusieron a pasar una noche frenética, así como las ovaciones para Anuel no se hicieron esperar.

El exponente ofreció de principio a fin un repertorio explosivo que hizo bailar en todo momento a sus fanáticos, así como un homenaje a ese sonido urbano que lo mantiene como uno de los máximos exponentes del género. Algunas canciones fueron interpretadas a manera de mix, ya que no quería dejar fuera ningún tema; un repertorio en el que figuraron más de 30 éxitos.

Un viaje en el tiempo; fuegos artificiales y un escenario que lucía por su entorno, pantalla y el juego de luces que acompañó cada interpretación. El puertorriqueño cantó desde sus canciones más trap, hasta cada una de las colaboraciones que ha hecho a lo largo de su carrera.

Canciones como “47”, “Medusa”, “Más rica que ayer”, “Adicto”, “Amanece”, “Sola”, “Escalava”, “La ocasión”, y “Culpables”, fueron parte del set que hizo vibrar al principio del show; y que sin duda, fue un desborde de energía. Durante la noche, se escuchó en varias ocasiones coreadas por los presentes el “Real hasta la muerte”, así como su “Brru brru”; y sin dejar atrás el “Uba”, sonidos que han sido parte de la identidad de Anuel, al tiempo que ondeaban banderas de México y Puerto Rico, pancartas y hasta estampas de San Anuel.

El concierto no solo fue de buena música, sino de un sinfín de elementos visuales que hicieron un show completo y a la altura del cantante, ya que también sus bailarines y esos cambios de iluminación que fueron divididos en tres actos, lograron conquistar a todos y la buena energía se mantuvo presente en todo momento, toda una experiencia que se prolongó por casi dos horas.