
En un rincón virtual donde el glitter digital se mezcla con bugs de programación y sonidos de caricatura, vive Cyber Vedette, un personaje que no nació sobre el escenario, sino en los rincones más solitarios de la pandemia. “Fue una forma de empujarme a crear”, cuenta Karen Merchant, la mente detrás de esta artista ciberpunk que acaba de lanzar su nuevo sencillo: “Never Mamón”.
Cyber Vedette es más que un alter ego: es una respuesta a un mundo que exige perfección. “La perfección no es más que una fantasía”, dice con seguridad. “Al final tenemos estos errores de programación, defectos... y también está bien aceptarlos”.
Con formación teatral y una identidad profundamente marcada por la cultura digital, Merchant reconoce que el personaje no nació sobre tablas, sino en internet. “Todos generamos estos avatares en línea, estas máscaras digitales. Cyber Vedette surgió de su propio usuario, de cómo se presentaba en redes, de su estética y de la forma en la que interactuaba con otros”.
La artista, originaria de Tijuana, define a Cyber Vedette como “una androide con errores de programación”. En su narrativa, no hay espacio para la complacencia. Cada canción y cada show es una performance donde la vulnerabilidad se convierte en poder, y donde brillar no solo es deseable, sino un acto de resistencia.
“Never Mamón”: un himno felino y empoderador
Su nuevo tema, “Never Mamón”, se presenta como una pieza synthpop que combina beats caricaturescos con una actitud desafiante. “Yo tengo cuatro gatos y dos perritos. Los gatos me inspiran muchísimo. Tienen esta energía majestuosa, caminan como si fueran criaturas mitológicas”, explica.
Lejos de lo que podría pensarse, el proceso creativo no fue calculado ni meticuloso. “Empezó como un juego: voces, palabras sin sentido… Y luego lo fui moldeando hacia una narrativa más sólida: hablar del ego, del amor propio, de no pedir perdón por ser una misma”.
La palabra “mamón”, lejos de usarse con carga peyorativa, es reapropiada con orgullo. “Es dejar de pedir permiso por brillar. A veces te dicen que eres mamona, altanera… pero es solo una forma de desacreditar la seguridad. No nos vamos a detener por eso”.

Un universo visual que también cuenta historias
Si el sonido de Cyber Vedette es único, su estética no se queda atrás. La portada de “Never Mamón”, creada por El Faro Studios, muestra a la androide montada en un gato-dragón, con una tetera de Utah en la mano, un guiño geek a la historia del modelado 3D. “Me encanta colaborar con artistas que entienden este lenguaje entre lo nostálgico y lo absurdo. Lo visual es clave para expandir el universo del personaje”, dice Karen.
Este imaginario visual no es decorativo: es parte esencial del relato de Cyber Vedette, una especie de performance expandida que vive en la música, en las redes, en los visuales, y hasta en sus videoclips—como el lyric video que pronto lanzará junto a otros artistas en Tijuana.
“Abrazar el ego puede ser peligroso si solo te enfocas en lo que percibes de ti mismo, pero también puede ser un aliado”, reflexiona. Para Cyber Vedette, el ego no es un enemigo, sino una herramienta para salir de la vulnerabilidad. “Es esa voz que te dice que mereces más. Si lo sabes usar, puede impulsarte”.
Y ese mensaje es el que quiere dejar con “Never Mamón”: que el público se sienta libre de expresarse, de brillar, de ser. “Que lo bailen, que lo hagan suyo, que lo perreen del futuro si quieren. Pero sobre todo, que se sientan vistos”.
Lo que viene: un álbum y nuevas criaturas digitales
Aunque “Never Mamón” apenas salió, ya hay un álbum completo en puerta. Karen revela que el material está prácticamente listo, solo falta el momento ideal para su lanzamiento. “También queremos hacer videoclips que acompañen cada parte del universo Cyber Vedette”, adelanta.
Finalmente, al hablar de otros artistas emergentes que, como ella, no encajan en las fórmulas convencionales, es clara: “Sigan haciendo lo que les gusta. Escuchen consejos, sí, pero no traicionen su voz. Tal vez en tu calle nadie te entienda, pero en otro rincón del mundo hay alguien esperando encontrarte”.
