
Desde hace unos meses, Osmariel Villalobos sintió “una pelotica” en su seno derecho. Al consultar con su ginecólogo, inicialmente no parecía preocupante, pero una revisión más profunda reveló una masa más pequeña que ella misma no había detectado.
Tras realizarse una biopsia, el resultado confirmó lo que ninguna persona quiere escuchar: carcinoma ductal in situ (DCIS), una forma temprana de cáncer de mama.
“Jamás pensé que me tocaría a mí”, ha dicho la modelo y conductora, quien admite que el término “cáncer” asusta, pero confía en que detectarlo antes de que avance le da una ventaja.
Tratamiento, operación y seguir adelante
Según lo que ha compartido exreina de belleza, en los próximos días será intervenida mediante una lumpectomía, cirugía que busca extirpar el tumor junto con un margen del tejido sano que lo rodea.
Posteriormente, seguirá con radioterapia y un tratamiento hormonal con tamoxifeno para minimizar riesgos.
Ha sido clara al compartir que este proceso no será sencillo, pero se enfrenta con calma, información, apoyo y un compromiso claro con el autocuidado.
“Este octubre no es un octubre cualquiera”
Osmariel no sólo habló de cifras médicas: compartió su lado humano. Reflexionó sobre lo irónico de cuestionarse “¿por qué a mí?”, especialmente cuando ella siempre se ha cuidado. Pero entiende que el cáncer no siempre tiene lógica.
Su mensaje central: ámate, cuídate, no postergues tu salud. Toca tu cuerpo, hazte estudios, comparte el tema. Reconoce que detectarlo a tiempo puede salvar vidas.
Para sus seguidores: apoyo y transparencia
Desde que compartió su diagnóstico, la respuesta ha sido abrumadora. Fans, colegas y personas que la siguen le han enviado abrazos, oraciones y palabras de ánimo. Osmariel, por su parte, ha mantenido una actitud de cercanía al documentar sus avances, expresar sus dudas y mostrar vulnerabilidad.
Ella misma escribió que tiene “días con el diagnóstico”, y que la palabra cáncer es fuerte, pero en su caso simboliza que algo fue captado a tiempo.
Osmariel Villalobos está viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida, pero lo hace con fuerza, arrojo y, sobre todo, claridad. Lo que le toca ahora es cuidarse, seguir el tratamiento, y compartir su proceso con quienes la apoyan. Su experiencia es recordatorio: no ignores señales, no postergues estudios y habla del cáncer sin miedo. Porque mientras más se hable, más vidas pueden salvarse.