
Gary “Mani” Mounfield, legendario bajista de The Stone Roses y Primal Scream, ha fallecido a los 63 años, según anunció su hermano Greg.
Su muerte conmociona al mundo del rock alternativo, especialmente a quienes crecieron bajo el pulso infeccioso de la escena de Manchester.
¿Quién fue Gary ‘Mani’ Mounfield?
Mani nació el 16 de noviembre de 1962 en Crumpsall, Manchester. Fue parte fundamental de la formación de The Stone Roses en la década de los 80: su bajo, profundo y melódico, fue clave para definir el sonido emblemático de la banda en álbumes como The Stone Roses (1989) y Second Coming (1994).
Después de la separación de The Stone Roses en 1996, Mani se unió a Primal Scream, donde aportó su estilo característico en discos como Vanishing Point. En 2011, regresó con The Stone Roses para su reunión, participando hasta 2017.
Además de su trabajo en esas dos bandas, también formó parte del supergrupo de bajistas Freebass, junto a figuras como Andy Rourke (The Smiths) y Peter Hook (New Order).
Luto en el mundo del rock
Las condolencias han llegado de todas partes: su compañero Ian Brown escribió en X: “Rest in peace Mani X”, mientras que Tim Burgess de The Charlatans lo describió como “uno de los mejores en todos los sentidos”.
REST IN PEACE MANi X
— Ian Brown (@ianbrown) November 20, 2025
Antes de su muerte, Mani había anunciado una gira de charlas por el Reino Unido, programada para septiembre de 2026 a junio de 2027, donde planeaba rememorar momentos clave de su trayectoria, como el histórico concierto en Spike Island o la reunión de los Roses.
The last great band. Rest in peace, Mani. The Stone Roses will live forever. pic.twitter.com/pcm2kdq3a6
— Tony Parsons (@TonyParsonsUK) November 20, 2025
Sus seres más cercanos lo recuerdan también por su humildad: a pesar de haber recorrido el mundo con sus bandas, él decía que la música “le salvó la vida”. Además, su impacto no fue solo musical: fue parte de una generación que inspiró a bandas futuras y marcó un estilo con su bajo Rickenbacker y groove inconfundible. Descanza en paz, querido ‘Mani’.