La piel erizada al ver nuevamente la Arena Ciudad de México a reventar, más de 18 mil almas se volvieron a encontrar para revivir aquellos clásicos noventeros de la mano de Kabah, Sentidos Opuestos, JNS, Magneto y Lynda, pero esta vez, con un poco de conexión a los años 80 en compañía de Benny Ibarra, Erick Rubin y la imparable, Ana Torroja.
El 90’s Pop Tour arrancó su cuarta temporada, ofreciendo su treceava arena. Una noche donde el escenario se revolucionó por completo, para vivir una experiencia nueva al lado de todas las agrupaciones que enloquecieron en gritos al público al aparecer con brillantes y coloridos vestuarios pasadas las 21:30 horas.
La mayoría de los presentes llevaban vestuarios alusivos a la época, y aunque no conocieran a los de al lado, es como si todos fueran amigos invitados a una sola fiesta. El cubrebocas quedó a un lado y cada quien sacó sus mejores pasos, todo el tiempo bailando, cantando y brincando con cada una de las más 40 canciones que hicieron vibrar a todos.
“Mai mai”, “Atrévete”, “Dile”, “40 grados”, “Inspiración”, “Hijo de la luna”, y más, fueron parte del repertorio que hizo un viaje por más de 4 horas de show, en el que sonaba en todo momento una canción tras otra y que a su vez, se acompañaba de un juego de luces en todo el recinto y en medio del escenario, dos ruedas con luces, subían y bajan del escenario en múltiples ocasiones, convirtiendo el show nuevamente, en uno de los mejores escenarios a nivel Latinoamérica.
Una gran ola de movimientos se veía con las manos de todos los noventeros, viviendo un sin fin de recuerdos al escuchar, por ejemplo, “La calle de las sirenas”, “Amor de papel” y claro que algunos clásicos de Timbiriche, así que dos generaciones se unieron en un solo lugar.
Y si de música hablamos, es importante señalar que aunque la euforia era notoria, si el ritmo del concierto se tornó un poco más lento en cuanto a los nuevos arreglos que hicieron en las canciones, así como una onda más rock, pero que sin duda, contó con más performance y fusiones que quedarán en el recuerdo.
Con ese entusiasmo, y uno de los momentos más célebres de la noche, se llegó al escuchar dos grandes clásicos al lado del grupo sorpresa, Garibaldi, quienes pusieron a bailar a todos, participación que detonó que antes de despedir el show, el público se fuera con una gran experiencia.
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