El Columpio Asesino se despide de los escenarios: “Hicimos lo máximo que quisimos y más”
ENTREVISTA. La banda de España compartió emociones y experiencias a propósito de su paso por México
música
La banda El Columpio Asesino.
“La veta está agotada, el juego terminó” se escucha en la voz de Albaro Arizaleta en una de las líneas de “Tu último relato”. Sin buscarlo, Ataque Celeste se convirtió en su último disco, previo a dar el anuncio de la separación de El Columpio Asesino y comenzar su gira Amarga Baja con la que se despiden de los escenarios.
Su primera parada fue en la Ciudad de México hace unas semanas y contó con una firma de autógrafos y un lleno total en el Auditorio BB. De la mano del Marvin Gateway, el 17 de mayo Cristina Martínez, Albaro y Raúl Arizaleta se despidieron de un país que apreciaban por ser tan surrealista como sus composiciones y de los fans que los siguieron desde sus presentaciones en el Caradura, el Indie Rocks y como parte del cartel del Vive Latino.
“Hicimos lo máximo que quisimos y más. Es un buen momento para decir adiós y hacer una fiesta. Vamos de gira y vamos a pasarla súper bien. Haremos algo precioso que lo recordemos con mucho cariño ¿Qué viene después? Nadie lo sabe, nadie tiene planes”, compartió Cristina.
Con influencias de Pixies, The Clash, Six Pistols y La Velvet Underground, un grupo de amigos compitió para el concurso de Maquetas de Euskadi Gaztea a inicios de siglo. “Hacemos una valoración muy positiva por lo que significa para el grupo y una imprecisión de valentía por parte del jurado al elegirnos sin cantar en euskera (idioma que conocemos, pero no nos sentimos cómodos al usarlo en nuestras canciones)”, señaló la agrupación fundada por los hermanos Arizaleta en una entrevista tras ser los ganadores del concurso en el 2001.
Lee tambiénEl Columpio Asesino plantea la destrucción del individuo en la sociedad en “La niña chica”
Historia de la música
A partir de ahí, sorprendieron a la escena de la música vasca con una combinación de sonidos instrumentales, new wave, lounge de los 70, psicodelia, punk y pop oscuro. Su estilo musical y lírico ha evolucionado a través de cada disco en donde impregnan su autenticidad, sentimientos y experiencias por las que han atravesado.
“Dejamos un sonido y una manera de contar las cosas desde un punto de vista muy particular. Después de tantos años, la evolución de la banda tuvo una coherencia brutal”. Para su último álbum, las jornadas de composición eran de ocho a ocho, “como obreros de la música”, bromeó Cristina. “Los discos nos costaba componerlos y cerrarlos porque las exigencias compositivas, artísticas y estilísticas eran siempre súper altas”, añadió.
La fila en la Roma Records inició desde las dos de la tarde en el mes de mayo. Edgar, un joven que apenas ronda los 30 años, recordaba que cuando conoció a El Columpio Asesino “era una época en la que no había mucha música interesante y ellos representaban un sonido diferente, con letras muy fuertes. Me pusieron a pensar bastante, era muy político”, mientras esperaba un cuadro de la portada de La Gallina (2008) que le enviaría su hermano para que se lo autografiaran.
Por una recomendación de su amiga Zully, representante de bandas independientes, los empezó a escuchar en el 2008 y le sorprendieron las reflexiones en sus letras, incluso se inspiró en ellos para escribir un ensayo sobre sexualidad. “Fueron buscando nuevos ritmos, cosas que traían desde antes y las incorporaron en sus nuevas canciones como un ADN musical. Al final, nada es para siempre, todo tiene su caducidad y lo seguiremos disfrutando aún cuando ya no estén. Esperamos su regreso”, señaló entusiasta.
Lee también“Me hallaba en esa vida o muerte literaria, resucitaré en el Metropolitan”, Javier Corcobado
También una historia de amistad
Desde su disco homónimo en el 2003, conocimos al Trompetista, al Evangelista y “Ye ye yee”, nos ha llenó de energía. Los sombríos escenarios surrealistas de De mi sangre a tus cuchillas acompañaban los momentos más bizarros y emocionantes de la juventud. Mientras que las gallinas y los grillos dejaron su marca en aquel 2008 de crisis económica.
“Nunca pensamos que fuera a tener un legado, pero en esta última época mucha gente nos está diciendo que hemos influido en ellos. Es una fantasía y una locura, algo que no lo pensamos, ni lo buscábamos y que ha venido por añadido. Que los jóvenes de ahora tengan este trabajo que hemos hecho es lo más bonito para nosotros”, señala la vocalista enternecida por las experiencias que le compartieron los fans mexicanos.
Íñigo Garcés aka Cabezafuego y Jaime Nieto que comparten un amistad por tocar en Atom Rhumba se unen a la gira Amarga Baja acompañándolos en el bajo y los teclados cubriendo el lugar de Íñigo Sola y Daniel Ulecia.
“Con que haya alguien que un día se levante, ponga un disco de El Columpio Asesino y le den ganas de arrasar la ciudad, ya me parece que tiene un legado”, expresó Cabezafuego; mientras que para Jaime representan “un grupo digno que han hecho lo que han querido y cuando ha podido tirar por una línea del máximo triunfo se fueron por otro lado porque les apetecía”.
Lee tambiénEntre romances adolescentes y ciencia ficción, La La Love You protagoniza una nueva ola del pop punk
Con las emociones a flor de piel
Continuando con el recorrido de su discografía, en el 2011 el brioso “Toro” emergió de entre las “Perlas” y “Diamantes” para convertirse en el himno de los amantes en el precipicio. Mientras que las Ballenas (2014), subían a la superficie cuando Babel ardía para hablarnos del terrorismo y terminaron en un Ataque Celeste con en el que recordamos hacerle un espacio a nuestra propia oscuridad.
Para los curiosos, la charla con Cristina terminó con la revelación del significado del ícono de la banda navarra desde su disco debut: “Es un símil con la banana de la Velvet Underground con un punto punk porque nosotros venimos del rock radical vasco que tiene que ver con los imperdibles”.
Con las emociones a flor de piel, los corazones llenos y satisfechos por cada composición, este grupo de amigos que conforman El Columpio Asesino se despide de tierras mexicanas y continúan su gira en distintas ciudades de España. La sentencia del adiós es inevitable, pero el imperdible sigue abierto.
crónica escenarioLee más sobre nuestras notas musicales
