Devendra Banhart en el Festival Marvin: El ritual para sanar en comunidad
COBERTURA. “Sanar realmente duele. Cuando alguien dice que sanar es sentir paz, realmente está mintiendo, porque es doloroso, y sanar solo es imposible, tiene que hacer algo o alguien quien te ayude”, dijo el músico
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El músico ofreció un concierto íntimo.
El fin de semana con las actividades del Festival Marvin arrancó el pasado jueves y la primer sede fue en el Auditorio BlackBerry recibiendo el tan esperado regreso de Devendra Banhart, el músico estadounidense con ascendencia venezolana, junto a su guitarra y voz, una fórmula simple para una velada íntima de conexión entre público y artista.
En una situación poco común en el Auditorio BlackBerry, la pista se encontraba repleta de asientos numerados a la espera de sus portadores. Un dj set mezclado a computadora a cargo de un desconocido que no nos fue presentado nos daba la recepción mientras buscábamos nuestras respectivas butacas.
La mezcla del DJ era con temas buenos, pero bastante rara: lo-fi, cumbia, son cubano, chill-out; cosas que nada que ver una con la otra, pero ahí estaba aquel chico, su laptop y un controlador.
El músico fue uno de los actos estelares del festival.
Mabe Fratti y su cello salieron al escenario para aperturar las actividades oficiales en compañía de Héctor Tosta en la guitarra. Con un set corto, pero encantador, la guatemalteca logró hechizar a los presentes en la sala con algunos temas de su más reciente producción Se ve desde aquí, estrenado hace un par de semanas, así como un recorrido pequeño por sus pasadas dos producciones Será qué ahora podremos entendernos (2021) y Pies sobre la tierra (2019), llevándose así las palmas y los alaridos con otra magnífica presentación.
Terminado el show de Mabe, no transcurrió mucho tiempo para que Devendra Banhart saliera al fin entre gritos eufóricos, tomó su guitarra, se sentó de cara al público y empezó a recitar su repertorio, que dicho sea de paso en el venue aún se veían grandes espacios de asientos vacíos.
Siendo sinceros, durante la presentación de Devendra, no pasó mucho, sólo era el artista, su guitarra, e intermedios donde el cantautor se soltaba a platicar, como en una breve ted talk. Aunque los puntos que tocaba eran importantes, sobre todo en cuestión de salud mental y sobre sanar.
Banhart contó muchas historias detrás de sus temas.
“Sanar realmente duele. Cuando alguien dice que sanar es sentir paz, realmente está mintiendo, porque es doloroso, y sanar solo es imposible, tiene que hacer algo o alguien quien te ayude”, reflexionaba en uno de esos intermedios en los que también pidió aplausos por la presentación de Mabe Fratti, mismo motivo que le hizo recordar lo que la presentación de ella le hizo reconectar consigo.
“Todo se trata de hacer ritual, sanar y comunidad; tres partes esenciales para poder tener una paz”, prosiguió. Devendra se encontraba cómodo sobre el escenario, en donde decía extrañar México, ya que ve el país como otro hogar.
La sorpresa mayúscula llegó al invitar a subir a cantar con él a la veracruzana Silvana Estrada, quien se encontraba en el público y misma que tampoco vio venir aquella invitación. Ya sobre el escenario, ambos, desde el suelo dieron el momento más lindo de la noche cantando en dueto.
Una de las sorpresas de la noche fue el tener como invitada a Silvana Estrada.
A partir de ahí, todo normal, un acústico en solitario en un Auditorio BlackBerry que en sus silencios se podían escuchar las latas de refresco para mezclar con bebidas embriagantes, los vendedores de cerveza gritando a media canción de Devendra Banhart y gente muy metida en sus celulares dado a que estaban sentadas y el show así lo permitía.
Así fue el arranque de una nueva edición del Festival Marvin, una como tal fuera del Circuito cultural Roma-Condesa. Ya veremos qué más sorpresas deparan en el festival para este fin de semana.
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