Escenario

‘Los Plebes’: Una película que muestra otra cara del sicario en México

ENTREVISTA. Eduardo Giralt Brun, codirector del filme junto a Emmanuel Massu, y el productor Gabriel Stavenhagen, nos dan detalles de este polémico documental que llegó a la Cineteca Nacional

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Fotograma del filme.

Fotograma del filme.

Cortesía

Los Plebes es un documental bajo la dirección de los directores Emmanuel Massu y Eduardo Giralt Brun, quienes nos muestran otra cara del mito sobre el sicario y el narcotráfico en México. Este trabajo realizado con teléfonos inteligentes, debido a las medidas de seguridad al no poder entrar a territorios controlados por el narco con un gran equipo de producción, hace que los testimonios de los jóvenes sicarios tengan un manto de intimidad y complicidad con el espectador que descubrirá la forma de pensar y de vivir de estos grupos especializados en la violencia pero también hará un acercamiento a la realidad de estos jóvenes que forman la parte más baja en la estructura de la violencia de los cárteles.

Conversamos con Eduardo Giralt Brun uno de los directores: “Creo que a raíz de la cantidad de víctimas de violencia que hay y mezclado con un poco del retrato más superficial que se ha hecho en muchas series y otras películas y piezas de arte, es hacer un cambio, pero este documental justo lo que quiere es mostrar otra cara”, dijo el cineasta.

A estos actores violentos, así como complejizar un poco más dentro de la psique popular, nos preguntamos ¿quiénes son los morros que están detrás de las pecheras y que tienen las armas? Claro esto también lleva algo muy importante, la deshumanización de quién está viendo en pantalla parte de su humanidad, es esta relación que entabla con un cachorro que me parece ahí es donde empiezas a ver la circunstancia donde han crecido, donde se han desarrollado donde precisamente esto no es de ayer ni estamos hablando del narcotráfico en México”, continuó.

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Estamos hablando de por lo menos 40 años, entonces ya estamos hablando incluso hasta tal vez de la segunda o tercera generación de sicarios en este país, es esa cultura, eso es lo que me parece que este documental nos muestra, que no todo es blanco y negro sino esta enorme masa de películas y series, como la gente de la población en su mayoría tiene una impresión de estos jóvenes como si fuese una especie de súper creadores que cayeron del cielo literalmente, o sea unos aliens que cayeron de afuera pues la única misión es matar inocentes y eso pues obviamente los deshumaniza completamente”, complementó.

El realizador habló de cómo el ejercicio fílmico lo llevó a reflexionar sobre este problema que daña el tejido social del país: “Creo que sobre todo complica la posibilidad de algún esfuerzo de reinserción social, pero sobre todo creo que le sigue el juego al gobierno independientemente del periodo que estemos hablando, o sea del partido político, pero sobre todo a nuestros vecinos del norte, que a ellos sean a los que más les conviene que esté en boga un manual mucho más belicoso de mano dura con estrategias que emanen de la contrainsurgencia y justo estos matices de gris, de lo que hay detrás de estas personas”, expresó.

Si bien no te lo muestran abiertamente, tan descarnadamente, sí nos da una muestra perfecta de lo que es un humano enfrentándose a esta situación, porque creo que eso es algo relevante del documental completamente cómo es un humano que por una serie de circunstancias ajenas a su voluntad terminó en un contexto de violencia extrema tanto como víctima como victimario y pues yo creo que en estas escenas como la de verlo con su perros ayudó muchísimo a darse cuenta de la complejidad, de la psique de estos chicos que no son solamente unos asesinos seriales y psicópatas que están pensando en matar todo el tiempo, hay de esos, pero hay de otros como dentro de cualquier grupo especializado en la violencia, ya sea militar, policía y a veces guerrilleros en el que hay una especie de Adolf Aikman que lo que hacen es seguir órdenes y cumplir”, agregó.

“La motivación del uso del celular está perfecto, para estos chavos tener un celular ahí frente a ellos filmándolos ya es tan común como tener una radio en su cinturón”, comentó

“La motivación del uso del celular está perfecto, para estos chavos tener un celular ahí frente a ellos filmándolos ya es tan común como tener una radio en su cinturón”, comentó

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Además el cineasta explicó la forma en que encontraron las herramientas narrativas necesarias desde la precariedad en un desafío creativo necesario: “La motivación del uso del celular está perfecto, para estos chavos tener un celular ahí frente a ellos filmándolos ya es tan común como tener una radio en su cinturón dictando las coordenadas de donde están las patrullas del ejército, por eso decidimos hacerlo también porque nos permitía darle los celulares a ellos para que ellos filmarán algunas escenas”, comentó.

Pero te digo algo yo ahorita en retrospectiva no sé si fue la mejor decisión, porque yo en su momento pues fue la misma época en que se filmó Tangerine con celular y después otras películas también y pues entonces hay un entendimiento de que la narrativa puede estar por encima del formato, sobre todo porque ya hay los iPhone que ya te graban en 2k, en 4k entonces la raza es muy experta para extrañar la calidad de ciertos lentes y todo lo que tú quieras pero yo decía que pues la narrativa se me hacía tan única y tan fresca que vale la pena y no fue así sobre todo con el pedo de los festivales”, continuó.

“Lo comparo yo con mi película anterior que pues la filmamos con una lexa y todo eso, pero siento que lo primero que el mundo me decía era la fotografía está increíble y con este proyecto mucha gente me decía está muy bueno en todo ya está, pero la foto, que me di cuenta que si hay cierta limitante en la imaginación de las personas totalmente, no directamente, o sea Tangerine fue hecha con celular pero a ese celular le pusieron una estructura para meter un lente gigante y estaba lleno de luz entonces es un buen resultado”, puntualizó el director.

‘Los Plebes’: Una película que muestra otra cara del sicario en México Video

Finalmente, Gabriel Stavenhagen productor de Los Plebes comentó acerca de las dificultades de filmar una película en territorio controlado por el narcotráfico: “Para nosotros era muy importante apoyar la visión de un director como Eduardo y como Emmanuel entonces tomar mucha iniciativa en la película, cómo querían hacer el acceso a los personajes y tomar un poco su liderazgo, especialmente ayudándonos de Emmanuel quien conoce la zona muy bien y conoce un poco las reglas del juego”, explicó.

Cuando se decidió filmar con celulares por ejemplo porque era la manera de poder ser menos invasivos de tener el menor impacto posible y en momentos que se les olvidara que estábamos ahí filmando pues nosotros confiamos en que esa era la mejor manera de poder lograr la intimidad y de contar la historia y fue un mecanismo que a lo largo de que se iban tejiendo las historias de estos personajes pues incluso se les dio el celular a ellos mismos para que se grabaran y se grabaran los unos a los otros que creo que le dio todavía otra capa más de acceso a los protagonistas”, concluyó el productor.

El filme puede verse en la Cineteca Nacional.