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La nueva Línea 4 del Tren Ligero no solo conecta estaciones: salda una deuda histórica con la zona sur de la metrópoli y redefine la manera de movernos en Guadalajara

Línea 4: cuando la movilidad alcanza al sur

Durante décadas, el sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara creció a un ritmo que la movilidad nunca logró acompañar. Colonias enteras en Tlajomulco de Zúñiga se multiplicaron entre fraccionamientos, escuelas y centros de trabajo, mientras el transporte público seguía atado a camiones saturados y trayectos interminables. El tiempo, ese bien que no se recupera, se desperdiciaba varado en el tráfico.

Ahora, con la reciente inauguración de la Línea 4 del Tren Ligero, ese rezago comienza a corregirse. No es exagerado decir que se trata de una de las obras de movilidad más relevantes de los últimos años, no solo por su infraestructura, sino por lo que representa: integración, dignidad y calidad de vida para miles de personas.

Línea 4 del Tren Ligero

La Línea 4 llega acompañada de datos que conviene subrayar. En estos primeros días opera de manera gratuita, una decisión acertada para que los usuarios la conozcan, se familiaricen con su recorrido y comiencen a incorporarla a su vida diaria.

Sus trenes fueron fabricados por la empresa china CRRC Zhuzhou Locomotive, bajo un contrato de suministro que permitió diseñar unidades con tecnología moderna y características específicas para este proyecto. Y no es que exista un “diseño chino” estandarizado de la línea; lo que hay es ingeniería contemporánea, trenes eléctricos, con aire acondicionado e internet, pensados para ofrecer un servicio eficiente y cómodo.

Uno de los rasgos que distingue a la Línea 4 es su recorrido suburbano. A diferencia de otras líneas, esta conecta zonas que durante años estuvieron a horas del sistema masivo de transporte, reduciendo de manera significativa los tiempos de traslado para estudiantes, trabajadores, familias y para cualquiera que desee acercarse a Tlajomulco de Zúñiga sin pasar horas en el camino.

A ello se suma la red de rutas alimentadoras, fundamentales para que la línea funcione como un sistema completo. Estas conexiones permitirán que habitantes de distintas colonias lleguen a las estaciones con mayor facilidad y que el tren deje de ser un trayecto aislado para convertirse en el eje de la movilidad cotidiana.

Un punto clave del recorrido es la estación Jalisco 200 Años, donde la Línea 4 se integra con Mi Macro Periférico, aunque en este punto, por el momento, falta que se instalen elevadores que faciliten el traslado de personas adultas mayores, personas con discapacidad, mujeres embarazadas o quienes viajan con bebés en carriola. También están por terminar el puente en la estación de Las Juntas, y para que avance el tren a más de 60 kilómetros deben de automatizar la plumas en los cruceros, algo que ya vedrá en los próximo días o meses, por ahora, la línea ya está en operación y resolviendo la necesidad de translado.

Este esfuerzo responde a una visión clara del gobernador, Pablo Lemus, quien busca que su administración sea reconocida por las obras en movilidad. La actual Línea 4 y la próxima Línea 5 (esta última con modelo BTR eléctrico), apuntan a una ciudad más accesible y menos contaminada. La movilidad sostenible deja de ser discurso y se convierte en política pública tangible.

Y es que Guadalajara tiene antecedentes importantes en infraestructura vial, como lo fue la apertura de las avenidas Juárez y Vallarta, junto con la creación de Plaza Tapatía, que transformaron el centro de la ciudad. La Línea 1 del Tren Ligero, de norte a sur, marcó un antes y un después en la movilidad urbana. Después llegaron la Línea 2, subterránea, y la Línea 3, elevada, cada una aportando nuevas soluciones.

Son líneas vivas que merecen cuidado permanente. El mantenimiento de escaleras eléctricas, elevadores, estaciones y del mobiliario al interior de las unidades es tan importante como la construcción misma. Y hay que añadir que el transporte público también se construye desde el respeto a quienes lo usan todos los días, así que hay que cuidarlo.

Por eso, ¡bienvenida la Línea 4!, que llega a resolver un problema histórico en el sur de la metrópoli y a anticipar el cambio que veremos en los próximos años. La movilidad en Guadalajara está por transformarse y, con ella, las plazas, las zonas turísticas y la vida cotidiana de la ciudad.

Es un avance necesario. Porque moverse mejor no es solo llegar más rápido, sino vivir mejor.

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