Opinión

La mano que mece a Juanito en el PRI

Cuando menos se lo esperaba, el presidente del CEN del PRI, Humberto Moreira, vio cómo el lunes de la semana pasada Rafael Acosta, Juanito, atravesaba la explanada de la sede nacional de su partido y se dirigía hacia él.
Ese día, la dirigencia nacional del PRI realizó una ceremonia para conmemorar el 205 aniversario del natalicio de Benito Juárez.
El  jefe delegacional con licencia de Iztapalapa alcanzó a Moreira, en medio de los tumultos por las decenas de priistas que querían saludarlo.
—¿Cómo estás? ¿Dónde te encuentro?, —le preguntó Moreira.
Juanito sacó de la bolsa de su saco negro una tarjeta y se la entregó.
Ya para entonces los dos estaban rodeados de una marabunta de reporteros gráficos, quienes, de manera inevitable, enfocaron sus lentes hacia la singular pareja.
Moreira debe haberse molestado con quien llevó a Juanito al CEN del PRI a un evento en el que no sólo le robó cámara, sino que puso en aprietos al verse obligado a tomarse la foto con él.
Y quien llevó al singular personaje fue el ex dirigente de este partido en el DF y ex líder de la Asamblea de Representantes (ahora Asamblea Legislativa) Manuel Jiménez Guzmán.
Tan convencido estaba Manuel de que la presencia de Juanito era importante, que desde el presídium le dio la “bienvenida”.
En su calidad de dirigente de la organización masónica Nueva Avanzada Liberal, Jiménez Guzmán fue uno de los principales oradores en la ceremonia por el aniversario del natalicio de Benito Juárez.
Lo de Manuel Jiménez Guzmán  es algo más que una ocurrencia. La adopción política de Juanito es parte de su estrategia para buscar hacerse del control del cascarón del PRI-DF.
En vísperas de la sucesión capitalina y presidencial, varios grupos se disputan el control de lo que queda del PRI en el Distrito Federal, aunque en realidad la pelea es entre dos grandes bloques: el de la senadora María de los Ángeles Moreno y el del diputado federal Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
Jiménez Guzmán encabeza un tercer grupo, muy pequeño, que intenta recuperar las posiciones hegemónicas que tuvo hasta 1997, cuando el PRI entregó el poder y la estructura al PRD.
En su desesperación por tener alguna base social de apoyo, Jiménez Guzmán recurrió a Juanito, quien le ofreció llevar al PRI dos millones de votos.
Sorprende la extrema ingenuidad del otrora omnipotente líder de la ARDF, al creer que en realidad la criatura de López Obrador podía acarrearle tantos votos.
Y peor aún, creer que al placearse ante la nueva dirigencia del PRI del brazo de Juanito le redituaría simpatías y le ayudaría a reposicionarse en el DF. El tiro le salió por la culata.
Apenas en mayo del año pasado, un grupo de panistas de la delegación Cuauhtémoc también creyó en los ofrecimientos de Juanito y lo incorporó a su proyecto político, lo que les salió más caro de lo que pensaban.
Ahora, Manuel Jiménez Guzmán, quien era parte de las cúpulas del PRI cuando este partido fue borrado del mapa político de la capital, cayó en la trampa de Juanito, y en su desliz arrastró al dirigente nacional, Humberto Moreira.
La embarcada que le puso a Moreira en el evento del 21 de este mes  tendrá un costo político para Jiménez Guzmán, quien de entrada recibió la instrucción de recorrer el país para reposicionar su discurso masónico liberal, lo que hará que se aleje un poco de sus tentaciones en el DF.
OFF THE RECORD
**¿PERDÓN Y OLVIDO?
Según el ex jefe de la policía del DF Joel Ortega, “una encuesta” lo pone en el mismo nivel de popularidad que la presidenta de la Asamblea Legislativa, Alejandra Barrales.
Hay un problema: no dice quién hizo esa encuesta ni con qué metodología.
Ortega era jefe de la policía del DF durante el operativo brutal del News Divine, que dejó un saldo de 12 muertos, entre ellos 9 jóvenes.
No fue molestado ni con el pétalo de una sanción.
Y ahora, Ortega se da el lujo de recurrir a encuestas fantasma para intentar enfilarse hacia la candidatura del PRD a jefe de Gobierno del DF.
**HUMO AZUL
Lo que hizo ayer el PAN no fue otra cosa que confirmar lo que ya era una decisión tomada desde que el presidente Felipe Calderón realizó el hasta ahora último ajuste en su gabinete.
Esa ocasión, Luis Felipe Bravo Mena dejó la Secretaría Particular del Presidente, con la consigna de encabezar una alianza PAN-PRD en el Estado de México.
Escribimos en su momento que Bravo Mena no había dejado el cargo que tenía en Los Pinos nada más porque sí.
Acertamos.
**CUMPLEAÑOS DE LA SEP
Vaya forma de celebrar los 90 años de existencia de la SEP.
Del 4 al 9 de abril se llevará a cabo el encuentro de Educación y Valores para la Convivencia en el Siglo XXI.
Los invitados serán de lujo: el Premio Nobel de Química Mario Molina; el ex presidente de España Felipe González; el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe; y la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.
Valdrá la pena darse una vuelta por el Auditorio Nacional y por el Centro Cultural del Bosque.

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