Metrópoli

Con más de 90 metros de largo y una tonelada de peso, la torta gigante marcó el inicio de la Feria Internacional de la Torta 2025

Un gigante de más de una tonelada abre la Feria de la Torta en su vigésima edición

La torta, reina de la fiesta en su vigésima edición en Venustiano Carranza

La explanada de la alcaldía Venustiano Carranza amaneció con aroma a pan recién horneado, guisos chisporroteando y música que marcaba el inicio de una de las fiestas gastronómicas más queridas de la capital: la Feria de la Torta, que este año celebra dos décadas de historia.

Desde temprano, la avenida Francisco del Paso y Troncoso 219, en el centro de Jardín Balbuena, comenzó a llenarse de visitantes, comerciantes, curiosos y vecinos dispuestos a disfrutar de cinco días de sabor y entretenimiento. Algunos atraídos por la promesa de probar un pedazo de la torta más grande del mundo, otros con la intención de descubrir nuevas propuestas.

Frente al edificio de la alcaldía, los puestos se llenaban de guisos exóticos y combinaciones gourmet, mientras un escenario se preparaba para recibir a más de 50 artistas durante cinco días de fiesta.

La torta, reina de la fiesta en su vigésima edición en Venustiano Carranza (Adrián Contreras)

El récord que todos esperan

La inauguración, encabezada por la alcaldesa Evelyn Parra, incluyó la esperada presentación oficial de la torta más grande del mundo. Ante notario público, se certificó su tamaño: 90 metros de largo y un peso superior a una tonelada.

El platillo, elaborado por más de 90 expositores nacionales e internacionales, integró más de 50 ingredientes cuidadosamente seleccionados. En la historia de la feria, este ritual ha acumulado un total de 1,153 metros de torta gigante, consolidándose como su sello distintivo.

La torta, reina de la fiesta en su vigésima edición en Venustiano Carranza

Derrama millonaria y medio millón de visitantes

Las expectativas para esta edición son altas: se prevé una derrama económica de ocho millones de pesos y la llegada de 550 mil visitantes entre el 13 y el 17 de agosto, en un horario de 10:00 a 22:00 horas.

La alcaldesa recordó que la feria nació para proteger a los torteros locales, amenazados hace dos décadas por la expansión de cadenas de comida rápida.

“Queríamos demostrar que la torta podía adaptarse a las nuevas tendencias y seguir siendo un ícono de nuestra gastronomía”, señaló.

Los pasillos de la feria ofrecen un menú que va más allá de lo tradicional: tortas de insectos, jabalí, mantarraya, barbecue, versiones veganas y gourmet. Participan representantes de 10 estados como Oaxaca, Yucatán, Veracruz y Puebla, así como invitados de Argentina, España y Colombia.

La torta, reina de la fiesta en su vigésima edición en Venustiano Carranza

Música para todos los gustos

La diversidad no solo está en los sabores. El sábado, por ejemplo, la feria recibirá a la Guelaguetza con la Princesa Donashii, y cada día el escenario se llenará de géneros que van desde el bolero de Los Panchos hasta el pop de Aleks Syntek y la cumbia de la Sonora Dinamita. Serán cerca de 50 artistas y grupos musicales los que se presentarán durante los cinco días del evento.

El mariachi “Lira de Oro” abrió este miércoles, seguido por Los Dandys y Zona Rika, que pusieron a bailar a los asistentes. El jueves, el escenario recibirá a un tributo a José José; el viernes será turno de Jaime Varela con su homenaje a Juan Gabriel y la energía de Salón Victoria.

El sábado se escuchará desde un tributo a The Beatles hasta la voz de Laureano Brizuela, y el domingo la clausura estará a cargo de Los Askis y Los Leales de la Tuba.

La torta, reina de la fiesta en su vigésima edición en Venustiano Carranza

Tradición contra la comida rápida

La alcaldesa Parra expresó que uno de los objetivos del evento es reforzar la identidad culinaria y apoyar a los “torteros” que, en los últimos años, han visto amenazada su presencia por el aumento de cadenas de comida rápida como hamburguesas y hot dogs.

“Queremos que las nuevas generaciones redescubran el sabor y la versatilidad de la torta”, afirmó.Los pasillos de la feria son un recorrido sensorial: el olor a carnitas y chiles guisados se mezcla con el dulce de las tortas de helado; los visitantes observan cómo se preparan tortas al instante, mientras otros disfrutan degustaciones gratuitas. Los vendedores no solo despachan, también cuentan la historia detrás de cada receta, haciendo del acto de comer una experiencia cultural.

La torta, reina de la fiesta en su vigésima edición en Venustiano Carranza

La feria como punto de encuentro

La Feria de la Torta, además de escaparate gastronómico, también sirve como un espacio de encuentro social.

Familias enteras se reúnen para compartir una comida, parejas pasean probando nuevas combinaciones y grupos de amigos se retan a ver quién termina una torta gigante. Los niños disfrutan de los juegos mecánicos, mientras los mayores bailan al ritmo de la música en vivo.

Con el atardecer, las luces del escenario y los puestos iluminan la explanada. Los colores de las carpas, el murmullo de la multitud y el constante golpeteo de cuchillos cortando panes crean una atmósfera festiva que parece suspender el tiempo.

A lo largo de sus 20 años, la feria ha crecido en tamaño, en oferta y en proyección, pero conserva el espíritu que la vio nacer: celebrar la torta como un símbolo de identidad y de creatividad culinaria mexicana.

Este domingo, cuando se apaguen las luces y se cierre el último puesto, quedará el recuerdo de cinco días de fiesta en los que la torta volvió a demostrar que es mucho más que pan y relleno: es parte de la historia, del sabor y del corazón de la Ciudad de México.

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