
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, aprovechó su intervención en la ceremonia de arranque del primer ciclo escolar del Bachillerato Nacional, celebrada en el Colegio de San Ildefonso, para expresar su postura sobre la educación pública: que sea un derecho efectivo, universal y sin distinciones que perpetúen desigualdades.
Aunque asistió acompañando a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, Brugada enfocó su mensaje en valorar las políticas federales destinadas a garantizar espacios de estudio para las y los jóvenes que egresan de secundaria.
“Eso se lo debemos a la presidenta Claudia Sheinbaum, que una de las primeras medidas que tomó cuando asumió la Presidencia, fue ver a la educación, continuar con el trabajo que se venía haciendo de ver a la educación como un derecho, no como un privilegio, pero sobre todo garantizar a los jóvenes de secundaria un lugar a nivel preparatoria; tener un lugar seguro y un lugar donde su futuro pueda construirse”, afirmó la mandataria capitalina.
Recordó la trayectoria política y social que impulsó el reconocimiento constitucional del derecho a la educación media superior y resaltó la necesidad de combatir la exclusión educativa.
Además, advirtió que garantizar plazas no basta si persisten criterios de jerarquía entre planteles: rechazó la idea de “estudiantes de primera o de segunda” y sostuvo que no debe existir la percepción de escuelas de mayor o menor “nivel” dentro del sistema público.
La jera de Gobierno también respaldó el objetivo expuesto por la Presidencia de evitar la deserción escolar, en particular mediante el acceso a becas y apoyos económicos que impidan que razones económicas obliguen a los jóvenes a abandonar sus estudios.
Al evento, además de la presidenta, acudieron autoridades federales, rectores y representantes de distintos subsistemas de educación media superior, cuyos nombres fueron mencionados durante la ceremonia.