
En la ceremonia cívica por el 40 aniversario del sismo de 1985, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció un gran programa de refuerzo de edificaciones vulnerables frente a sismos, con el objetivo de garantizar la seguridad estructural y la viabilidad de viviendas y edificios de la capital.
La mandataria explicó que este plan permitirá identificar inmuebles en riesgo y realizar en ellos distintas inversiones e intervenciones estratégicas, con un enfoque preventivo y no solo reactivo.
“Hoy hacemos homenaje a quienes perdieron la vida, pero también a quienes salvaron vidas, hace 40 años y hace ocho años. Esta ciudad honra a sus víctimas con memoria y entendiendo que el futuro sólo puede levantarse sobre los cimientos de la justicia, la solidaridad y la prevención”, afirmó.
Recordó que su gobierno duplicó el presupuesto destinado a la vivienda y que en el actual sexenio se llevarán a cabo 2 mil acciones en este rubro. Además, informó que este año, mediante el programa Otoch, se dará mantenimiento a mil 200 unidades habitacionales con una inversión histórica de 600 millones de pesos, y se creará la defensoría inquilinaria.
El recuerdo del 19 de septiembre
La ceremonia contó con la presencia de integrantes del Heroico Cuerpo de Bomberos, personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, vecinos voluntarios y representantes sociales que participaron en las labores de rescate tras el sismo de 1985, entre ellos Superbarrio Gómez y el Sindicato de Costureras 19 de Septiembre.
En su discurso, la jefa de Gobierno señaló que aquel terremoto de 8.1 grados ocurrido a las 7:19 de la mañana del 19 de septiembre de 1985 se convirtió en “una de las tragedias más grandes en los 700 años de historia de la ciudad”. De acuerdo con las estimaciones, provocó la muerte de entre 6 mil y 10 mil personas, dejó a miles sin techo y ocasionó el colapso de cientos de edificios.
No obstante, destacó que esa mañana también surgió “la semilla de una nueva sociedad”, con brigadas espontáneas y cadenas humanas que salvaron vidas frente a la ausencia del Estado. “El pueblo salvó al pueblo”, recalcó.
Agregó que esa experiencia dio origen a una cultura de prevención y a un nuevo modelo de gestión de riesgos. Como parte de ese proceso, recordó la creación del Sistema Nacional de Protección Civil en 1986, el CENAPRED en 1988 y el Sistema de Alerta Sísmica Mexicana en 1991, considerado pionero a nivel mundial.
Lecciones de 2017 y continuidad de la reconstrucción
La mandataria también evocó el sismo del 19 de septiembre de 2017, que nuevamente golpeó a la capital. Reconoció que la reconstrucción de las 22 mil viviendas afectadas fue un reto asumido por la entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, hoy presidenta de la República.
Mencionó que en esa etapa se evitó que los damnificados fueran convertidos en deudores, se combatió la corrupción y se consolidó una nueva legalidad en materia de prevención y seguridad estructural.
“Un final de esta reconstrucción nos toca a nosotros atender, y lo haremos para garantizar que ningún damnificado siga fuera del derecho a la vivienda”, aseguró.
Ciudad solidaria y democrática
La jefa del Ejecutivo local recordó que del movimiento social surgido tras el sismo de 1985 nació también la transformación democrática de la capital, con hitos como la organización de las costureras, el surgimiento de los Topos y brigadistas ciudadanos, la visibilización de la explotación laboral femenina y la defensa de derechos políticos y sociales en décadas posteriores.
“Sin esa experiencia no tendríamos la cultura de la prevención ni la política de gestión de riesgos y protección civil que hoy es ejemplo mundial”, dijo, al reconocer también las crónicas de periodistas como Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska y Cristina Pacheco, así como el arte urbano que emergió en aquellos años.
En su repaso histórico, Brugada vinculó la memoria del 85 con la resistencia social de 1988, el respaldo a los pueblos indígenas en 1994, las movilizaciones de 2006, el movimiento “Yo soy 132” en 2012, la lucha por los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014 y la solidaridad ciudadana de 2017, hasta llegar al inicio de la llamada Cuarta Transformación en 2018.
La mandataria capitalina cerró su mensaje con un reconocimiento a socorristas, bomberos, personal de Protección Civil, ERUM, policías y ciudadanía organizada.
“Hoy más que nunca, reconocemos a los que exponen permanentemente su vida por salvar a los demás. ¡Viva la capital de la solidaridad!”, exclamó.