La Ciudad de México inauguró la Feria del Maíz y la Agrobiodiversidad, evento que busca acercar a la ciudadanía los productos, tradiciones y prácticas agrícolas de las comunidades rurales de la capital, así como destacar la importancia de la conservación de la biodiversidad y el suelo de conservación urbano.
La feria, que se desarrolla en el Monumento a la Revolución, reúne a más de 220 productores provenientes de distintas alcaldías, quienes exhiben la riqueza agrícola, gastronómica y cultural de sus territorios.
Entre los atractivos del evento se encuentran los módulos que representan ecosistemas urbanos y rurales, como las chinampas de Xochimilco, los humedales, los cerros sagrados y los suelos de conservación de Tlalpan, Milpa Alta, Magdalena Contreras y Tláhuac. Los visitantes pudieron conocer productos elaborados a partir de maíz nativo, incluyendo atoles, tamales, sopes, pinole, panes de lote, mermeladas y hasta whisky de maíz, todos elaborados por campesinos, chinamperos y productores locales.
Además, la feria incluye un concurso de puestos sustentables, donde los participantes presentaron innovaciones para reducir el uso de plásticos y promover la economía circular, así como actividades de demostración de técnicas agrícolas tradicionales, como el chapín, que permite cultivar hortalizas conservando el suelo.
Este viernes, los visitantes pudieron participar en degustaciones y conocer productos como cerveza de maíz de San Miguel Toquitejo, tamales de frijol y colmole de Milpalta, mazapán de maíz rojo y azul, y otros alimentos elaborados con cultivos nativos de cada región.
El programa cultural del evento también incluyó más de 20 elencos artísticos, con presentaciones de música y teatro, exposiciones fotográficas y un túnel interactivo en el Museo al Aire Libre, donde se proyectan cortometrajes y documentales sobre los ecosistemas del suelo de conservación y la biodiversidad urbana. Se instaló además una carpa de intercambio de semillas, con casas de semillas existentes y nuevas, fomentando la conservación in situ y la preservación de variedades nativas.

Durante el recorrido, se destacaron productos representativos de cada alcaldía: los cerros y nopaleras de Milpa Alta, el Ajusco y Topilejo en Tlalpan, los humedales y chinampas de Xochimilco, así como la diversidad gastronómica y cultural de Tláhuac, que incluye su tradicional feria del elote.
Los organizadores subrayaron que la feria lleva al centro de la ciudad productos que normalmente se producen en las periferias, acercando a los ciudadanos a la riqueza del campo urbano y promoviendo el consumo de maíz nativo libre de organismos genéticamente modificados.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, explicó que la feria representa un esfuerzo conjunto de las alcaldías, secretarías de gobierno, asociaciones civiles y productores locales, y busca reconocer y celebrar la labor de campesinos y campesinas que conservan las semillas nativas y mantienen prácticas agrícolas tradicionales que se transmiten de generación en generación. Señaló que el evento también promueve la identidad cultural, la memoria histórica y la biodiversidad de la ciudad.

La secretaria del Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza, señaló que la feria también es la colaboración entre distintos niveles de gobierno y organizaciones, con un enfoque en la sustentabilidad, la conservación de recursos naturales y la promoción de productos locales. Agregó que el evento es libre de plásticos de un solo uso y fomenta la participación activa de la ciudadanía en la preservación de semillas y ecosistemas.
Alcaldes y alcaldesas de las alcaldías participantes, como Fernando Mercado de Magdalena Contreras, Octavio Rivero de Milpa Alta, Gabriela Osorio de Tlalpan y Berenice Hernández de Tláhuac, dijeron que es importante visibilizar la labor de las comunidades rurales, la importancia del maíz como símbolo cultural y alimentario, y el valor de acercar los productos de la periferia al centro de la ciudad. Agregaron que la feria refuerza la identidad local y permite preservar prácticas agrícolas milenarias.
El evento incluyó concursos de desgranado de maíz y de elaboración de tortillas a mano, así como un concurso de carteles de ilustración del maíz y la milpa, en el que participaron más de 1,500 escolares y artistas, con un voto participativo para elegir los primeros tres lugares. También se ofrecieron degustaciones de productos tradicionales y exhibiciones de la biodiversidad, incluyendo teporingos, ajolotes y aves de los ecosistemas locales.