
Luego de los recientes episodios de violencia dentro del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció una serie de medidas integrales para reforzar la seguridad y la atención a la salud mental de su comunidad estudiantil, respondiendo al pliego petitorio de los estudiantes para el regreso a clases.
Las acciones forman parte de un plan institucional de intervención inmediata, que busca atender no solo los problemas de seguridad física, sino también los factores emocionales y sociales que inciden en la convivencia escolar.
Accesos más controlados y vigilancia permanente
Entre las primeras medidas, la UNAM confirmó la instalación de nuevos filtros de acceso al plantel, con la finalidad de restringir el ingreso de personas ajenas a la comunidad universitaria. También se reforzará la presencia del personal de vigilancia universitaria y se colocarán cámaras de seguridad en puntos estratégicos dentro y fuera del colegio.
Fuentes internas del CCH Sur detallaron que se busca tener un mayor control durante las horas de entrada y salida, así como en las zonas donde se han detectado conflictos o riñas entre estudiantes.
“No se trata de militarizar el espacio, sino de proteger a los alumnos y garantizar que el colegio siga siendo un entorno seguro y propicio para el aprendizaje”, explicó un vocero universitario.
Salud mental, eje central del plan
A la par de las medidas de control, la UNAM impulsará un programa integral de atención a la salud mental, con servicios psicológicos permanentes, orientación emocional y talleres de prevención de violencia y consumo de drogas.
Este programa será implementado por la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO) y contará con la colaboración de especialistas en psicología, trabajo social y pedagogía.
“La violencia no se combate solo con vigilancia, sino atendiendo las causas que la generan: estrés, depresión, ansiedad y falta de acompañamiento”, señalaron las autoridades universitarias en un comunicado.
Asimsimo, se implementarán campañas de prevención de violencia en aulas e impartición de cursos sobre temas de genero al personal estudiantil.
No obstante, en las reuniones del Consejo, se realizarán platicas sobre igualdad de genero y neurodivergencias.
Colaboración con la comunidad
La UNAM adelantó que las medidas no serán impuestas unilateralmente, sino que se desarrollarán en conjunto con la comunidad. Se convocarán asambleas, mesas de diálogo y campañas de sensibilización para involucrar a estudiantes, docentes y padres de familia en la construcción de un entorno seguro.
“Queremos que los alumnos se sientan escuchados. La seguridad se construye con confianza, diálogo y empatía”, expresaron directivos del plantel.
Con este plan, la universidad busca reducir los incidentes violentos y promover una cultura de respeto, prevención y salud emocional, reforzando su compromiso con la formación integral de sus estudiantes.