Metrópoli

La alcaldesa denunció que fue agredida al intentar ingresar al informe de la jefa de Gobierno

“Están para servir, no para humillar”, señala Ale Rojo de la Vega tras agresiones de morenistas

La alcaldesa llamó a que este tipo de hechos no se repitan

La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, denunció que fue víctima de agresiones físicas y verbales por parte de personal del protocolo y funcionarios morenistas al intentar ingresar al primer informe de la jefa de Gobierno, Clara Brugada.

El incidente denunciado plantea cuestionamientos sobre la libertad de acceso a actos públicos, la igualdad institucional entre autoridades y la normalización de agresiones políticas dentro de espacios oficiales.

La alcaldesa publicó en redes sociales un video en el que relata y expone las agresiones de una mujer, identificada como trabajadora de la Oficialía Mayor del Congreso de la Ciudad de México.

Alessandra Rojo detalló que ella llegó al Congreso al mismo tiempo que la jefa de Gobierno y esperó pacientemente mientras se formaba una barrera que impedía el acceso de más personas.

Cuando solicitó permiso para avanzar, le informaron que había una orden de que no dejaran pasar a nadie más (sólo permitieron el paso a la comitiva de Brugada y a legisladores de Morena). Fue en ese momento cuando la mujer en cuestión la empujó a ella y a su acompañante, derramándole café a la segunda persona.

Rojo de la Vega informó que al cuestionar sobre la prohibición del paso y reclamar su actitud, la funcionaria le gritó que había llegado tarde y además le dijo: “Cuando seas jefa de Gobierno haces lo que tú quieras”.

“¿De qué se trata esto, de un concurso de poder o de un servicio público?”, cuestionó Ale.

Pese al bloqueo y la agresión, la alcaldesa permaneció durante todo el informe de Gobierno, subrayando que lo hizo “porque las vecinas y vecinos se merecen la información”.

Rojo de la Vega señaló que lo ocurrido no es un asunto individual, sino una falta institucional que afecta no solo su figura, sino el derecho de los ciudadanos a que sus representantes tengan voz. Denunció el uso de personal de protocolo como instrumento de agresión política y pidió que no se normalice ese tipo de comportamientos.

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