
Para agentes de la PDI, la fácil adquisición de arma de fuego y la debilidad para combatir su distribución y venta se debe a que la facultad para perseguirlo lo tiene únicamente la Fiscalía General de la República (FGR), institución que, señalan, no realiza operativos en tianguis y mercados donde a la vista de todas las personas se comercializan estos dispositivos mortales, sumado a que su resguardo no indica altas penas en el código penal, inclusive, si no se accionó la pistola, rifle o subametralladora, acusan, el infractor únicamente es acreedor a una multa y a permanecer en reclusión durante un corto periodo.
Además, narran que los infractores y grupos delincuenciales que se asientan en la capital también superan en equipo táctico a la Fiscalía local, de cuatro mil 100 elementos adscritos a la Policía de Investigación (PDI), que aparentemente todos tendrían que estar armados, agentes de la corporación afirman que la criminalidad tiene armamento de mayor calidad y precisión que las autoridades.
En entrevista con Crónica, agentes de la PDI que prefirieron reservar su identidad, refirieron que la falta de personal especializado en la FGJCDMX para investigar la entrada, distribución y resguardo de armas a la metrópoli impide desarrollar líneas de investigación, adicional a que, denuncian, las células delictivas han superado en nivel de armamento a las autoridades, dado que mientras los policías únicamente tienen armas de bajo calibre para defenderse, los delincuentes pueden responder a los ataques con equipo de mayor nivel.
“No nos reciben armas, si detenemos a una persona con rifle de asalto y lo llevamos a la FGR, tenemos que llevar un documento del Ministerio Público local, por eso los compañeros ya no trabajan ese delito. Aunque en la Ciudad está tipificado, todo se deriva a la FGR, con el rezago administrativo para procesarlo; a los PDI no les beneficia en productividad el aseguramiento de un arma”.
“En la FGR no investigan el tráfico de armas, los aseguramientos lo hacen con la Secretaría de Seguridad Federal, con delitos conexos, como el huachicol, donde también aseguran armas, no está en su agenda conocer cómo ingresan al país. Son complicadas las sentencias por la portación de arma, sólo que sea exclusiva del Ejército, pero aún con una nueve milímetros, se puede resolver con multa, cinco años de cárcel; si es de las permitidas, pisarán cinco días máximo el reclusorio y después se acude a firmas periódicas, lo que origina que vuelvan a comprar armas”.
“Hay un incremento (de decomiso) en las armas de grueso calibre, pero también en las de bajo calibre, la Secretaría de la Defensa resuelve en un mes si es que autoriza a tener un arma o no, no existen tantas trabas como antes, por eso la gente las adquiere legalmente y las tiene en sus negocios, en taxis, que están armados, dada la percepción de inseguridad”.
El programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, desde su creación en 2019 hasta 2025, en la capital se han recibido para su destrucción nueve mil 150 armas, que pudieron haber sido utilizadas en riñas y conflictos. Con todo, los PDI afirmaron que en dicho programa de despistolización, las personas entregan el equipo porque es inservible, dejó de funcionar o adquirieron uno de mejor calidad.
Del total de armas entregadas al programa de desarme, la criminalidad, con sus dos mil 279 artefactos decomisados desde 2019 hasta el primer semestre del 2024, poseía el equivalente al 24.9 por ciento de armamento que las autoridades recaudaron, sin contar el que aún mantienen oculto.
“No podemos entrevistar a las personas, pero discretamente hacemos inteligencia, dan las armas porque les falló, no sirve, entonces nos volvemos recaudadores de ese mismo mercado. En número es bueno, es cierto que están fuera del mercado, pero cuando revisamos la funcionalidad, no sirven, por dentro los rifles son inoperantes, la recámara está fracturada, la granada que entregaron estaba soldada; entonces, como no se juzga y sólo se cumple con el propósito de retirarlas, son semi funcionales y no afectan a la comunidad. La granada que entregaron”.
3 de cada 5 ejecuciones se cometen con la misma arma
Explicaron que en los últimos dos años, los casquillos encontrados en escenas delictivas y que posteriormente se analizan en el Sistema Integrado de Identificación Balística IBIS, han aumentado en el número de coincidencias con otros delitos, donde, detallaron, de cada cinco ejecuciones, tres corresponden a que se realizaron con la misma pistola que otros crímenes que ya están en investigación.
“La delincuencia nos rebasó, en la Policía de Investigación, las policías que portan las mujeres son calibre 380 deportivo y de competencia, porque según es más fácil para ellas manejarlo, están en desventaja contra la delincuencia, que tienen mínimo de nueve milímetros, que es la que tenemos los hombres”.
“Los criminales también usan armas grandes como calibre punto 40, con un poder de daño muy alto que ni siquiera las usan para las escoltas, son para la guerra. Ningún PDI de la ciudad tiene armas largas, a diferencia que en el Estado de México, Sinaloa y Morelos, nuestras armas largas siempre están en las bases, no las traemos con nosotros, si las necesitamos para un operativo, tenemos que hacer un oficio para sacarlas de la bodega”.
Denunciaron que la metodología para acceder a la corporación con convocatorias por asignación directa, sin examen de admisión ni proceso de selección e historial administrativo, aunado a fallas administrativas como falta de exámenes psicológicos o médicos para la portación de armas, desembocó que actualmente el 20 por ciento de los elementos estén desarmados, de los cuatro mil 100 policías de investigación.

Homicidio con arma de fuego no ha disminuido
El fácil mercado de rifles y cartuchos en la capital, así como los débiles castigos para quien cometa actividades ilícitas con equipo mortal, se reflejan en las cifras del delito de homicidio doloso con arma de fuego, las cuales, desde el 2021 no han disminuido. En los primeros ocho meses del 2025, las carpetas de investigación iniciadas (428), representan el 71.9 por ciento de las abiertas en 2024 (595).
En el 2021, la incidencia de ese crimen se reportó en 614 denuncias, donde las alcaldías con mayor incidencia son Iztapalapa, que acumuló 138 delitos de este tipo; Gustavo A. Madero con 110; Cuauhtémoc 59; Azcapotzalco 31 y Álvaro Obregón con 30 carpetas de investigación.
Aunque en el año siguiente se registraron 446 incidencias de dicho crimen, en 2023 creció 17 por ciento, con 523 denuncias, en las que todas las alcaldías mencionadas reportaron importantes crecimientos en los homicidios perpetrados con armas. Iztapalapa pasó de 94 registros a 122 de 2023 a 2024, es decir, 30 por ciento más. En Azcapotzalco incrementó de 16 a 28 en ese lapso, equivalente a 75 por ciento arriba. Tláhuac aumentó de 27 a 33; Álvaro Obregón de 37 a 43; Cuauhtémoc pasó de 40 a 42 y Tlalpan de 22 a 37.
Los ataques con armas de fuego tampoco cesaron en 2024, delito que subió 14 por ciento conforme al año anterior y 33 por ciento en comparación con el 2022. Iztapalapa volvió a ser de las demarcaciones más golpeadas, con 143 denuncias, 17 por ciento más que el año anterior. En Cuauhtémoc también empeoró la situación, con 63 carpetas de investigación, 50 por ciento de aumento anual.
En el 2025, la alcaldía Iztapalapa concentra el 26 por ciento de los 428 homicidios con arma de fuego, con 113 denuncias; después, Gustavo A. Madero, con 40, el nueve por ciento del total; Cuauhtémoc, con 36 reportes, el ocho por ciento del acumulado. Tlalpan, que en el año pasado acumuló 39 carpetas, en los primeros ocho meses del 2025 registró 32, equivalente el 82 por ciento de los crímenes de ese tipo que ocurrieron en todo el periodo anterior.