
Más de ocho años después, Guatemala dictó sentencia por la tragedia ocurrida el 8 de marzo de 2017 en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, donde 41 niñas murieron y 15 resultaron heridas durante un incendio en un aula en la que permanecían encerradas por orden de las autoridades.
El Tribunal Séptimo de Sentencia Penal, presidido por la jueza Ingrid Cifuentes, condenó este martes a cuatro exfuncionarios por homicidio culposo, abuso de autoridad y maltrato a menores.
Entre ellos, la subinspectora policial Lucinda Marroquín Carrillo recibió ocho años de prisión por homicidio culposo y cinco más por maltrato, tras comprobarse que, pese a tener la llave del aula, se negó a abrirla e incluso expresó que las menores “se quemaran”.
Durante la lectura del fallo, la jueza subrayó el uso “desproporcionado” de la fuerza por parte de agentes de seguridad, quienes emplearon armas de fuego y grilletes contra adolescentes bajo resguardo estatal.

Además, ordenó al Ministerio Público investigar al expresidente Jimmy Morales (2016-2020) por su presunta implicación, así como esclarecer por qué algunas de las víctimas tenían en su organismo altos niveles de ansiolíticos, analgésicos y opioides, como fentanilo y morfina.
La tragedia se produjo un día después de que varias menores escaparan del centro denunciando malos tratos y presunta trata de personas. Tras ser recapturadas, fueron encerradas en un aula de pequeñas dimensiones, donde se inició el incendio.
Diecisiete niñas murieron en ese lugar, otras dos en el área administrativa y 21 más en hospitales. La última víctima falleció en Estados Unidos, adonde había sido trasladada para recibir tratamiento.
La sentencia llega tras un accidentado proceso judicial con 120 audiencias, 107 testigos y más de mil documentos presentados, pero para familiares y defensores de derechos humanos, muchas preguntas siguen sin respuesta.