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Las intensas precipitaciones han devastado zonas del noroeste del país, dejando más de 660 fallecidos en Khyber Pakhtunkhwa como la región más golpeada

Pakistán sigue con búsqueda de 150 desaparecidos tras las intensas lluvias

Inundaciones Pakistán (BILAWAL ARBAB/EFE)

Los equipos de rescate de Pakistán continúan con la búsqueda de al menos 150 personas desaparecidas tras las devastadoras lluvias del monzón que, en la última semana, han dejado más de 300 muertos en el noroeste del país, elevando el balance total de víctimas en la temporada a 660 fallecidos.

De acuerdo con la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), desde el inicio del monzón el 26 de junio, al menos 660 personas han perdido la vida y 929 han resultado heridas en todo el territorio paquistaní.

La provincia de Khyber Pakhtunkhwa es la más afectada, con 392 muertos, concentrados principalmente en los distritos de Buner y Shangla, epicentros de la tragedia, según informó Asfandyar Khattak, director de la autoridad de desastres provincial.

En esa zona montañosa y remota, las lluvias intensas del entre viernes y domingo provocaron riadas descritas por los sobrevivientes como un muro de lodo y rocas, que arrasaron con viviendas, puentes y ganado, complicando las labores de rescate.

Cerca de 2.000 rescatistas, muchos de ellos a pie debido a la destrucción de las carreteras, trabajan para localizar a las personas desaparecidas entre los escombros.

El análisis de la NDMA indica que más de la mitad de las muertes de esta temporada se produjeron por inundaciones repentinas, mientras que un 32,3 % fueron consecuencia del colapso de edificios.

Aunque la búsqueda sigue concentrada en el noroeste, las autoridades advierten que la amenaza del monzón se desplaza ahora hacia el sur y el este del país.

Hay alertas por intensas precipitaciones hasta el 20 de agosto en la provincia oriental de Punjab y en Sindh, donde se encuentra Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán.

El país es considerado uno de los más vulnerables del mundo frente a fenómenos meteorológicos extremos. Esta tragedia revive el recuerdo del monzón de 2022, cuando un tercio de Pakistán quedó bajo el agua, más de 1.700 personas murieron y las pérdidas económicas superaron los 30.000 millones de dólares.

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