
Treinta y cinco años después del arresto del panameño Manuel Noriega y su encarcelamiento en Estados Unidos por narcotráfico, el fantasma de una nueva intervención militar estadounidense sobrevuela la región, pero esta vez el objetivo es el presidente venezolano Nicolás Maduro, sobre quien el gobierno de Donald Trump ha puesto precio a su cabeza por considerarlo jefe de un cártel de la droga: 50 millones de dólares.
Este martes, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó veladamente la filtración a la prensa del despliegue de tres buques destructores con misiles teledirigidos con 4,000 soldados en las aguas del Caribe cerca de Venezuela, al señalar que el Pentágono está preparado para “usar todo su poder”, frenar el “flujo de drogas hacia su país” y “llevar a los responsables ante la Justicia”.
“No es un gobierno legítimo, es un cártel”
“El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cartel del narcotráfico, según la opinión de esta Administración. Maduro no es un presidente legítimo. Es un líder fugitivo de este cartel, acusado en EU de tráfico de drogas al país”, insistió Leavitt.
El despliegue en el límite de las aguas territoriales de un submarino nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, y destructores equipados con misiles ha puesto en alerta máxima al régimen chavista y a Maduro, que ha ordenado el despliegue de 4.5 millones de milicianos de las Fuerzas Nacionales Bolivarianas.
Hace unos meses se hizo pública una carta del secretario de Defensa, Pete Hegseth, en la que se interpretaban de un modo amplio las tradicionales competencias del Ejército de Estados Unidos para incluir otras misiones.
Hegseth aseguraba que el ejército tiene por tarea defender la patria, y eso incluye “sellar las fronteras, repeler toda forma de invasión, incluida la inmigración masiva, el tráfico de drogas, el contrabando de seres humanos y otras actividades criminales”.
“En riesgo la estabilidad de la región”: Caracas
La dictadura chavista reaccionó a las declaraciones de la Casa Blanca que el despliegue militar de EU en aguas del Caribe pone en riesgo la “paz y estabilidad” de toda la región.
“Estas amenazas no solo afectan a Venezuela, sino que ponen en riesgo la paz y estabilidad de toda la región, incluyendo la Zona de Paz declarada por la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeño), espacio que promueve la soberanía y la cooperación entre los pueblos latinoamericanos”, señaló la Cancillería venezolana.
Asimismo, el comunicado aseguró que, desde el cierre de la oficina de la DEA en Caracas, en 2005, “Venezuela ha logrado resultados contundentes en la lucha contra el crimen organizado”.
Por eso, concluye, “que Washington acuse a Venezuela de narcotráfico revela su falta de credibilidad y el fracaso de sus políticas en la región”.