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La decisión de Trump de catalogar a Antifa como terrorista se enmarca en una ofensiva política más amplia contra lo que llama “izquierda radical”

Antifa: qué es y por qué Trump lo declaró organización terrorista en EU

El presidente de EU designa como organización terrorista al movimiento Antifa
Trump El presidente de EU designa como organización terrorista al movimiento Antifa (Fotos EFE)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reavivó la tensión política en Washington al anunciar la designación de Antifa como una “gran organización terrorista”. Desde su cuenta en Truth Social, el republicano acusó al movimiento de ser un “desastre radical de izquierda” y aseguró que recomendará investigar a quienes lo financien.

La medida llega tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk el pasado 10 de septiembre, crimen que Trump ha atribuido públicamente a la “izquierda radical”.

¿Qué es Antifa?

Antifa no es un partido ni una organización formal. Se trata de una constelación descentralizada de grupos y activistas que comparten una visión antifascista, antirracista y en muchos casos anticapitalista. Sus simpatizantes suelen organizarse en células locales autónomas, sin jerarquías ni líderes reconocidos, lo que convierte en un desafío legal y político cualquier intento de declararlos como grupo terrorista.

Los miembros de Antifa sostienen que su objetivo principal es frenar el avance de movimientos fascistas, supremacistas o de extrema derecha en el espacio público. Para ellos, permitir que estas ideologías se expresen libremente equivale a abrir la puerta a la violencia contra minorías raciales, mujeres y comunidades LGBTQ+.

Sus seguidores defienden que la resistencia violenta forma parte de la “autodefensa histórica” frente a los ataques que han sufrido colectivos marginados.

Según expertos, el movimiento ve la confrontación como un mal necesario para impedir que el fascismo gane espacio en la vida pública.

Antifa: Orígenes y expansión en Estados Unidos

El término “antifa” proviene de expresiones antifascistas usadas en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, pero en Estados Unidos su presencia se consolidó a partir de 2007 con el surgimiento de Rose City Antifa en Portland, Oregón. La elección de Trump en 2016 impulsó su crecimiento, en respuesta a lo que percibían como un respaldo oficial a la llamada “alt right”.

El movimiento alcanzó notoriedad en 2017 tras episodios como la confrontación con supremacistas en Charlottesville, la cancelación de actos de figuras de la derecha en universidades y la viralización del puñetazo a un conocido miembro de la “alt right”. Desde entonces, su presencia en redes sociales y en protestas callejeras ha sido constante, con un estilo que combina activismo digital y acción directa.

Trump vs. Antifa

La decisión de Trump de catalogar a Antifa como terrorista se enmarca en una ofensiva política más amplia contra lo que llama “izquierda radical”. El mandatario ha responsabilizado a sus simpatizantes de los disturbios de 2020 tras la muerte de George Floyd y ahora vincula al movimiento con la violencia que golpea al país.

Sin embargo, expertos en seguridad advierten que la naturaleza descentralizada de Antifa dificulta cualquier acción legal efectiva, pues no existe una estructura única a la que atribuirle responsabilidad.

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