
El Reino Unido y Estados Unidos anunciaron la renovación de su “relación especial” para una “nueva era”, marcada no solo por los tradicionales lazos económicos y de defensa, sino ahora también por la cooperación en ciencia, innovación y tecnología.
El anuncio se dio en la residencia campestre de Chequers, en el sureste de Inglaterra, durante la visita de Estado de dos días del presidente Donald Trump.
Nueva pacto entre Londres y Washington
El pacto contempla un paquete de inversiones récord por 150, 000 millones de libras esterlinas (unos 173,000 millones de euros) comprometidas por empresas estadounidenses en el Reino Unido, además de un flujo total estimado de 250mil millones de libras (287,500 millones de euros) en ambas direcciones a través del Atlántico.
El memorando firmado incluye compromisos para impulsar el desarrollo de inteligencia artificial, energía nuclear avanzada, tecnologías cuánticas y la futura red 6G, lo que Starmer calificó como “el mayor paquete de medidas de inversión en la historia británica”.
Desacuerdo por Palestina y Oriente Medio
Pese a la buena sintonía mostrada, la cuestión de Palestina marcó el único punto de fricción.
Trump afirmó que no comparte la intención británica de reconocer al Estado palestino si Israel no cumple las condiciones planteadas por Londres, como un alto el fuego en Gaza y el compromiso de no anexar Cisjordania.
“No estoy de acuerdo con el primer ministro en ese punto. Es uno de nuestros pocos desacuerdos”, declaró Trump.
Por su parte, Starmer recalcó que ambos gobiernos trabajan juntos para aliviar la crisis humanitaria en Gaza, facilitar la entrada de ayuda, lograr la liberación de los rehenes y avanzar hacia una paz duradera. Subrayó que la discusión sobre Palestina forma parte de un “paquete integral” que debe conducir a un Israel seguro y un Estado palestino viable.
Trump coincidió en la necesidad de poner fin al conflicto, “Quiero que liberen a los rehenes. Creo que todo va a ir bien, pero esto ha durado demasiado tiempo. Ha sido un período brutal”, dijo.
Ucrania, defensa y otros temas sensibles
La cooperación también se extendió a la guerra en Ucrania. Trump, quien aseguró haberse sentido “decepcionado” por Vladímir Putin, reconoció que la guerra no sería tan fácil de resolver como había pensado. “Putin está matando a mucha gente, incluso a soldados rusos más que ucranianos”, señaló.
“Me honra mucho decirles que hemos resuelto siete guerras, siete guerras irresolubles, guerras que no se podían negociar ni resolver (...) La que pensé que sería más fácil fue por mi relación con el presidente Putin. Pero me ha decepcionado; realmente me ha decepcionado”, apuntó Trump.
El presidente estadounidense dice que pensó que la guerra en Ucrania “sería uno de los conflictos más fáciles” de resolver, pero -apuntó- “nunca se sabe en la guerra” y “suceden cosas muy opuestas a las que uno pensaba”.
Starmer, en sintonía, prometió que Londres y Washington continuarán aumentando la presión sobre Moscú: “Debemos fortalecer nuestras defensas, seguir apoyando a Ucrania y buscar un acuerdo de paz duradero”, dijo.
Incluso se abordó la polémica destitución del embajador británico en Washington, Peter Mandelson, por sus presuntos vínculos con Jeffrey Epstein. Trump fue tajante: “No le conozco. Quizá sería mejor que hablara el primer ministro. Fue su decisión”.
relación reafirmada
Durante la conferencia, ambos líderes bromearon y mostraron cercanía, subrayando la voluntad de entrar en lo que llamaron “la próxima era dorada de la innovación”. Con este acuerdo, Londres y Washington buscan reafirmar su papel como aliados estratégicos y al mismo tiempo proyectarse como referentes en la tecnología del futuro.