
Naasón Joaquín García, máximo dirigente de la Iglesia de La Luz del Mundo, compareció este 23 de septiembre en la Corte de Distrito para el Sur de Nueva York, ubicada en Manhattan.
Durante la audiencia, que duró apenas 15 minutos, se leyeron los seis cargos criminales que enfrenta, entre ellos tráfico sexual, crimen organizado, explotación infantil y delitos financieros.
El también autonombrado Apóstol de Jesucristo acudió con uniforme de reo color beige y esposado de pies. Ante la jueza de distrito Loretta Preska, Joaquín García se declaró inocente y escuchó que su próximo encuentro con la justicia será el 15 de diciembre de 2025 en la misma corte.
Su abogado Alan Jackson declaró que seguirá con la defensa legal, mientras el pastor permanece recluido en una prisión de Brooklyn tras ser trasladado desde California, donde cumple una condena de 16 años por abuso sexual de tres menores.
Las acusaciones
El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) señaló que Naasón Joaquín, de 56 años, creó junto a otros miembros de su iglesia una estructura criminal paralela a la congregación. El objetivo era cometer abusos sexuales sistemáticos contra niñas, niños y mujeres, además de enriquecerse ilícitamente.
De acuerdo con la acusación, al menos 13 personas denunciaron haber sido víctimas, varias de ellas menores de edad. Exfieles y afectados relataron que eran reclutados como “doncellas” para servir al líder en viajes o en sus múltiples residencias. En algunos casos, jóvenes eran invitadas a templos para atenderlo en comidas y luego obligadas a participar en bailes eróticos, orgías o grabaciones sexuales, bajo la idea de que todo lo relacionado con el Apóstol era sagrado.
Los señalados del caso
Además de Joaquín García, la investigación incluye a su madre, Eva García de Joaquín, de 80 años, actualmente bajo custodia federal; y a su sobrino, Joram Núñez Joaquín, recluido en Chicago. También se acusa al vocero del culto y fugitivo Silem García Peña; a Azalia Rangel García, presunta encargada de los grupos de “doncellas”, buscada desde 2019; y a Rosa Sosa, señalada como reclutadora de menores.
El DOJ sostiene que estas prácticas se remontan a los tiempos de Samuel Joaquín, padre del actual líder y quien dirigió la iglesia hasta su muerte en 2014. Incluso el abuelo, Aarón Joaquín, fundador de la congregación, fue señalado de abusos, aunque nunca enfrentó a la justicia.