
Amainan los tambores de guerra entre las dos superpotencias. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves, tras mantener una reunión “increíble” con su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur, que reducirá del 20% al 10% los aranceles sobre el gigante asiático que impuso en represalia por el tráfico de fentanilo.
A bordo del Air Force One de regreso a Washington, Trump aseguró que Xi se ha comprometido a reforzar los controles sobre este opioide, que según Estados Unidos producen los carteles mexicanos a partir de precursores químicos obtenidos en China.
Al rebajar esa sección de los aranceles, los gravámenes totales que Estados Unidos mantiene sobre China bajan del 57 % al 47 %, apuntó Trump.
Tras más de dos horas de reunión, el magnate republicano también mencionó un acuerdo para que China retome la compra de soja de Estados Unidos, que había sido suspendida en mayo pasado por la guerra comercial que emprendió Trump con su escala de aranceles.
Acuerdo sobre tierras raras
Trump ha asegurado que China ha accedido a retrasar un año sus restricciones a la exportación de tierras raras, uno de los principales puntos de conflicto, y ha anunciado, por su parte, la reducción a la mitad de los aranceles impuestos en febrero a los productos chinos por el tráfico de fentanilo.
El encuentro, el primero que mantienen en seis años, estuvo colmado de elogios, especialmente los de Trump dirigidos a Xi.
“Es un gran honor estar con mi amigo, realmente desde hace tiempo, si lo piensas, el muy, muy distinguido y respetado presidente de China”, comentó Trump, con tono halagador y positivo, al inicio de la reunión. “Vamos a tener algunas discusiones. Ya hemos acordado muchas cosas, acordaremos algunas más ahora mismo. Pero el presidente Xi es un gran líder de un gran país, y creo que vamos a tener una relación fantástica por un largo periodo de tiempo”.
Xi también ha asegurado que es un placer volver a verse. “Han pasado muchos años”, dijo y recordó que desde la reelección de Trump han hablado tres veces al teléfono, intercambiado varias cartas, y permanecido en contacto cercano. Gracias a la guía de ambos, las relaciones han permanecido “estables en su conjunto”, ha dicho. “Debido a las diferencias entre las dos naciones, no siempre estamos de acuerdo. Es normal que las dos principales economías del mundo tengan fricciones de vez en cuando”, prosiguió el mandatario chino.
En los preliminares del encuentro, Xi aseguró que el desarrollo de China no entra en conflicto con la visión de Trump de “hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”. Los dos países “pueden complementarse plenamente y prosperar juntos”, afirmó.
No hablaron de Taiwán, sí de Ucrania
Trump, quien dijo que volverá a reunirse con Xi en abril del próximo año en China, reveló además que no discutieron la cuestión de Taiwán, una isla autogobernada que Pekín considera una provincia rebelde.
Además, según Trump, han tratado la guerra de Ucrania: “Vamos a trabajar juntos para ver si podemos hacer algo”, señaló.