
Una mujer brasileña, cayó con su carro a un rió en España y provocó la muerte de su acompañante, fue detenida por la Guardia Civil española por los delitos de “homicidio por imprudencia grave y conducir careciendo de permiso y bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas”.
El incidente se dio la noche de este jueves en una zona cercana al puerto de Gandia (este Valencia), en este, falleció una joven de 20 años, quien era su acompañante.
Fuentes de la Guardia Civil informaron a medios que las dos mujeres que iban dentro del vehículo, la conductora, que logró salir antes de que el coche se hundiera y la ocupante, fue hallada la última hora de ayer, son de nacionalidad brasileña.
No obstante, no pudieron precisar la edad de la conductora, que según ellos “no estaba en condiciones óptimas para conducir”.
Asimismo, la Guardia Civil puntualizó que procederá a extraer el agua del vehículo.
Según ellos, el coche se precipitó por causas aún desconocidas unos 20 metros en el cauce del río Serpis. Cuando el cuerpo de bomberos arribo al lugar, una de las personas ya se encontraba afuera del agua, pero la otra se encontraba desaparecida.
Un equipo de la Guardia Civil se hizo cargo de la búsqueda de esa persona, que finalmente fue encontrada sin vida unas horas después.
La sobreviviente fue rescatada por cuatro migrantes que se hallaban en el lugar de los hechos e inmediatameante se tiraron al agua para tratar de rescatarlas.
Uno de ellos, Mohamed Motanabi, de origen marroquí y que reside desde hace 30 años en España, explicó hoy a medios que estaba junto a otros tres migrantes de origen argelino y senegalés fumando un cigarrillo en la zona en la que cayó el coche al agua.
“Vimos el coche volando y no tardamos ni treinta segundos en meternos en el agua”, expuso Mohamed y agregó que escucharon “mucho ruido, como cuando el coche se queda ahogado en primera” y que cree que “la chica no sabía conducir”.
Pudieron salvar a la conductora porque había abierto la puerta antes de entrar en el agua y, aunque estaba enganchada por el cinturón, la liberaron y, tras sacarla, querían volver a por la copiloto.
Entonces llegó un policía local, que se metió con ellos en el agua, pero ya no pudieron sacar con vida a la segunda ocupante del coche, también enganchada con el cinturón pero con la puerta cerrada.