
Jóvenes de la Generación Z de Nepal amenazaron este viernes con retomar las protestas si en cuatro días no se cumplen las demandas presentadas a las autoridades durante una reunión celebrada en las últimas horas, tras los enfrentamientos con supuestos seguidores del anterior Gobierno que provocaron dos días de toque de queda.
“Si todas nuestras demandas no se cumplen en un plazo de cuatro días, iniciaremos de nuevo una protesta contundente”, afirmó a medios Manish Sapkota, portavoz del comité de la Generación Z.
Sapkota informó que el jefe del distrito de Braay, en el sur de Nepal, se comprometió durante la reunión celebrada este viernes a resolver sus preocupaciones más importantes.
“La administración local publicará el sábado una lista detallada de las demandas de la Generación Z con las garantías correspondientes”, precisó.
Según la portavoz, los jóvenes exigieron que se asumiera la responsabilidad total del tratamiento médico de los miembros heridos de la Generación Z, garantías de seguridad para los activistas y sus propiedades ante las amenazas recibidas por parte de partidos políticos y la detención de todos los que agredieron a representantes del grupo durante la protesta del miércoles.
La portavoz agregó que 11 miembros del movimiento juvenil sufieron heridas graves durante los enfrentamientos.
Esta reunión tiene lugar después de que los jóvenes amenazaran esta mañana con retomar las protestas durante el día si no se producían las detenciones a simpatizantes del antiguo partido gobernante que reclamaban tras los últimos enfrentamientos.
Santosh Tamang, superintendente jefe de la Policía del mismo distrito, destacó que los agentes finalmente detuvieron a tres seguidores del Partido Comunista de Nepal que participaron en la agresión contra la Generación Z el miércoles.
El policía reportó que la situación volvió a la normalidad este viernes, las tiendas reabrieron y el tráfico se reanudó, aunque permanece un fuerte despliegue de seguridad.
Los choques estallaron el miércoles cuando la Generación Z conoció la llegada a Simara de dos líderes del Partido Comunista de Nepal, lo que derivó en enfrentamientos cerca del aeropuerto y en la imposición de un toque de queda que paralizó la actividad aérea.
Las protestas continuaron el jueves, lo que llevó a las autoridades a reimponer un toque de queda.
Según el oficial, los manifestantes desafiaron la medida, provocando enfrentamientos que dejaron varios heridos, incluidos seis agentes. La Policía respondió con seis rondas de gases lacrimógenos y dos disparos de advertencia tras los ataques con piedras de la multitud. (Con información de EFE)