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Fin a la odisea que comenzó en lancha con la ayuda de EEUU. El presidente del Comité Noruego pide a Maduro que renuncie porque no ganó las elecciones y niega que la líder opositora haya animado a Trump a invadir Venezuela

Machado llega a Oslo un día después del Nobel que recogió su hija y dedicó a la libertad

Maria Corina Machado (JONAS BEEN HENRIKSEN/EFE)

En el Ayuntamiento de Oslo estuvieron ayer todos los que debían estar en la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz 2025, menos la protagonista: María Corina Machado, que llegó a la capital noruega en la madrugada de este jueves.

La líder opositora antichavista, de 58 años, que pasó el último año y medio en la clandestinidad, logró salir de Venezuela —en lancha y con la ayuda de EE.UU., según The Wall Street Journal—, pero no a tiempo para recoger el premio, entregado “por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha para lograr una transición pacífica y justa de la dictadura a la democracia”.

En su lugar, recogió el galardón su hija Ana Corina Sosa Machado, quien lo dedicó al pueblo de Venezuela, en especial a los encarcelados por el régimen de Nicolás Maduro, y a los líderes del mundo “que nos acompañaron y defendieron nuestra causa”. “Permítanme rendir homenaje a los héroes de este camino. A nuestros presos políticos, a los perseguidos, a sus familias y a todos los que defienden los derechos humanos”, señaló en su discurso la premiada, quien recordó también a los “millones de venezolanos anónimos que arriesgaron sus hogares, sus familias y sus vidas”.

“Debo decir que mi madre nunca rompe una promesa. Y por eso, con toda la alegría de mi corazón, puedo decirles que en solo unas horas podremos abrazarla aquí en Oslo después de 16 meses”, dijo Sosa, quien ocupó la silla destinada a su madre junto a los miembros del Comité Nobel Noruego y con una foto de Machado como trasfondo.

Huida en lancha

Según The Wall Street Journal, Machado escapó en lancha desde un punto de la costa venezolana en dirección a la isla de Curazao, en una operación coordinada con Estados Unidos, revelaron al diario varios funcionarios bajo anonimato. Aunque se confirmó que había tomado un avión con destino final en la capital noruega, la galardonada se perdió el banquete real y la salida al balcón del Gran Hotel para saludar a los miles de noruegos con velas que acudieron como cada año para cerrar por la noche la jornada.

Su huida clandestina, justo un día antes de la ceremonia, desmiente la versión del gobierno de Caracas, que aseguraba que la “traidora” llevaba tiempo fuera del país, como tantos otros líderes opositores, para no acabar en la cárcel ni morir en una celda, como el exgobernador de Nueva Esparta, recientemente fallecido de un infarto en el centro de torturas de El Helicoide. Además de la persecución directa durante el último año, el chavismo le había dictado prohibición de salida del país hace más de una década, cuando era diputada, poco antes de ser inhabilitada de por vida por los tribunales leales al régimen, lo que le impidió postularse como candidata presidencial.

¿Volverá o esperará la caída de Maduro?

Los aliados de la líder opositora, señala The Wall Street Journal, se esforzaron por mantener el viaje en secreto para proteger su seguridad. En una llamada telefónica con el presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, publicada en el sitio web del Premio de la Paz, Machado afirmó que “muchas personas habían arriesgado sus vidas” para que ella viajara a Oslo. “Nos sentimos muy emocionados y muy honrados, y por eso me entristece mucho informarles de que no podré llegar a tiempo a la ceremonia, pero estaré en Oslo”, declaró.

Tras confirmarse su salida, la pregunta que los venezolanos se estarán haciendo es: ¿volverá o esperará a que caiga el régimen de Maduro, por las buenas o por las malas?

Lista para un cambio de régimen

En su discurso, pronunciado a través de su hija, la dirigente hizo un repaso de la historia política de Venezuela y de la lucha que ha librado contra el chavismo. “He venido a contarles una historia, la historia de un pueblo y su larga marcha hacia la libertad. Esa marcha me trae hoy aquí, como una voz entre millones de venezolanos que se han levantado una vez más para reclamar el destino que siempre les ha pertenecido”, recalcó. “Durante estos dieciséis meses en la clandestinidad hemos construido nuevas redes de presión cívica y de desobediencia disciplinada, preparándonos para una transición ordenada hacia la democracia”, aseguró la líder opositora. Al terminar el discurso, Sosa Machado colocó las dos manos sobre el pecho en señal de agradecimiento e hizo una reverencia tras una ovación de pie de los asistentes.

La dictadura del terror

El discurso de Machado incluyó un repaso a la historia de Venezuela, en el que aseguró que llegó a ser la democracia “más estable” de América Latina, hasta que fue “desmantelada” desde 1999 por el “régimen”, al que acusó de falsificar la historia, corromper a las Fuerzas Armadas, manipular elecciones y perseguir a la disidencia. Machado —que no mencionó ni al fallecido presidente Hugo Chávez ni a su sucesor y actual presidente, Nicolás Maduro— habló de un “saqueo histórico” y de que el dinero del petróleo se usó para “comprar lealtades” en el exterior, “mientras el Estado se fusionaba con el crimen organizado y con grupos terroristas internacionales”. Y habló también de la “herida abierta” por la emigración de venezolanos, además de acusar al Gobierno de “quebrar por dentro” a los opositores: “Quisieron que los venezolanos desconfiáramos unos de otros, que nos calláramos, que nos viéramos como enemigos. Nos asfixiaron, nos encarcelaron, nos mataron, nos empujaron al exilio”.

Transición ordenada

El casi año y medio que lleva en la clandestinidad ha servido para construir nuevas redes de presión cívica y para preparar “una transición ordenada hacia la democracia”, afirmó Machado, que aseguró que millones de venezolanos “ya sienten cercana su libertad”. “Venezuela volverá a respirar. Abriremos las puertas de las cárceles y veremos salir el sol a miles de inocentes que fueron encarcelados injustamente, abrazados al fin por quienes nunca dejaron de luchar por ellos”, manifestó.

“Maduro, deje el poder”

El presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, instó a Maduro a aceptar los resultados electorales de 2024, cuyas actas se niega a publicar el gobierno, ante la evidencia de que Maduro fue derrotado por Edmundo González Urrutia, el candidato de la oposición antichavista que sustituyó a María Corina Machado, tras ser inhabilitada por la Justicia leal al régimen.

“Debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo. Debe sentar las bases para una transición pacífica hacia la democracia, porque esa es la voluntad del pueblo venezolano. María Corina Machado y la oposición venezolana han encendido una llama que ninguna tortura, ninguna mentira y ningún miedo podrán apagar”, dijo el presidente del Comité noruego en un discurso inusualmente duro durante la entrega del Premio Nobel de la Paz.

Ataque inaudito a un cardenal

La última víctima de esta huida hacia adelante del régimen fue el cardenal Baltazar Porras, a quien las autoridades le negaron salir del país cuando se disponía a embarcar en un vuelo a Colombia con destino final en Madrid.

El silencio de Sheinbaum

Cuatro presidentes latinoamericanos, afines a la ideología derechista de Machado, se dieron cita en la gala para arropar a la que ven como presidenta de Venezuela: el ultraconservador Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay), Daniel Noboa (Ecuador) y José Raúl Mulino (Panamá). Por el contrario, mandatarios izquierdistas, empezando por Claudia Sheinbaum, guardaron un silencio entre incómodo y hostil ante el segundo Nobel de la Paz a una latinoamericana, después del que recibió la activista guatemalteca Rigoberta Menchú en 1992.

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