
Estados Unidos intensificó su ofensiva naval contra el narcotráfico con tres nuevos ataques dirigidos a embarcaciones que operaban en el lado oriente del Pacifico, cerca de Colombia, dejando un saldo de ocho personas fallecidas, como parte de la operación denominada Lanza del Sur.
Las autoridades informaron que las tres lanchas atacadas eran utilizadas activamente para el traslado de droga y armamento delictivo. La inteligencia militar detectó que las embarcaciones navegaban por corredores marítimos más conocidos utilizados por el narcotráfico, lo que causo la intervención directa de los agentes estadounidenses.
Lanza del sur: fuerza Militar contra amenazas marítimas en el Caribe
El Comando Sur detalló que la operación fue ordenada por el secretario de Guerra, Pete Hegseth y que se empleó fuerza cinética para detener a los tripulantes de las embarcaciones. En una publicación difundida en la red social X, el organismo confirmó la muerte de ocho personas y compartió imágenes del operativo.
La acción contra estas tres nuevas lanchas forma parte de la estrategia Lanza del Sur, cuyo objetivo es interrumpir el flujo de narcóticos por mar y neutralizar a grupos considerados amenazas terroristas y criminales. Según la Fuerza de Tarea, el enfoque está en atacar las rutas antes de que la droga llegue a otros países.
Contexto político y presión regional en las aguas del Caribe
El nuevo operativo ocurre mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado su intención de endurecer la lucha contra el narcotráfico, incluso con posibles acciones en tierra en Venezuela.
En días recientes, también lanzó declaraciones de presión política al mencionar al presidente colombiano, Gustavo Petro, dentro de su estrategia regional contra el crimen organizado, en referencia directa al gobierno de Nicolás Maduro.
Con estas tres lanchas recientemente atacadas, el despliegue militar de Estados Unidos en aguas internacionales acumula más de 26 embarcaciones destruidas y cerca de 90 personas abatidas, según cifras oficiales. Washington sostiene que estas acciones buscan frenar el poder logístico de las redes criminales que operan en el océano Pacífico.