
El Gobierno de Cuba acusó a Estados Unidos de impulsar un cambio de régimen tanto en la isla como en Venezuela, al señalar que el bloqueo naval contra la llamada “flota fantasma” de petroleros venezolanos en el Caribe forma parte de una ofensiva política y económica más amplia.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que Washington tiene como objetivo “destruir a la Revolución cubana” y “derrocar al legítimo Gobierno bolivariano y chavista”, al recrudecer una política de máxima presión que, dijo, afecta de lleno al sistema energético nacional y a la vida cotidiana de la población.
Rodríguez denunció que las acciones de Estados Unidos buscan frenar el libre comercio del petróleo venezolano y hostigar a los barcos que trasladan combustible a Cuba, una práctica que no es nuevo, pero que se ha intensificado en el Caribe. A su juicio, estas operaciones también tienen un trasfondo económico, pues apuntan a apropiarse “por la fuerza” de recursos naturales estratégicos de la región.
Es la segunda vez que el canciller cubano señala de manera directa que el bloqueo estadounidense en el Caribe tiene como blanco el petróleo que Venezuela envía a la isla, algo que Washington no ha confirmado.
La referencia previa ocurrió tras el abordaje estadounidense del petrolero Skipper, que, según The New York Times, transportaba crudo venezolano destinado originalmente a Cuba, aunque con rumbo a Asia para obtener divisas para La Habana.
Cuba y Venezuela mantienen desde el año 2000 un acuerdo mediante el cual Caracas paga con petróleo servicios profesionales cubanos, principalmente médicos y profesores, además de personal en áreas de seguridad y defensa. Sin embargo, los envíos se han reducido de manera significativa en los últimos años.
Estimaciones independientes indican que Cuba necesita entre 110 mil y 120 mil barriles diarios de petróleo. De ese total, alrededor de 40 mil provienen de producción nacional y el resto debe importarse. Venezuela, que en su momento llegó a aportar hasta 100 mil barriles diarios, envió este año un promedio de 27 mil, de acuerdo con datos de la agencia Reuters.
Esa diferencia, que puede alcanzar hasta 50 mil barriles diarios, se refleja hoy en apagones de hasta 20 horas, industrias detenidas y largas filas en las gasolineras. Aunque La Habana ha recibido apoyos externos, estos no han sido suficientes.
Rusia ha enviado alrededor de 6 mil barriles diarios en 2025, según el especialista Jorge Piñón, del Instituto de Energía de la Universidad de Texas. México, que el año pasado aportó unos 23 mil barriles diarios, redujo sus envíos este año a cerca de 2 mil 500, según cifras de Pemex.
La Habana sostiene que, sin divisas para comprar petróleo en el mercado internacional, el cerco al crudo venezolano profundiza la crisis energética y refuerza la presión política que denuncia desde hace décadas.