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En la edición 13 de Alterna, la revista oficial de la CFE, la investigadora Marina Rincón revela las oportunidades y desafíos que enfrenta el país en torno a esta iniciativa

Baterías de sodio y reciclaje electrónico: el futuro del almacenamiento de energía

Baterías de sodio y reciclaje electrónico: el futuro del almacenamiento de energía

Frente al auge de la transición energética en México y el mundo, el almacenamiento eficiente de energía se vuelve un reto crucial. En la edición 13 de Alterna, la revista oficial de la CFE, la investigadora Marina Rincón doctora en Química y Fisicoquímica por la Universidad de California y miembro del Instituto de Energías Renovables de la UNAM revela las oportunidades y desafíos que enfrenta el país en torno a las baterías de sodio y el reciclaje electrónico.

Del litio al sodio: una alternativa más sostenible

Durante su entrevista con Alterna, la doctora Rincón subraya que el sodio es un recurso abundante presente en el mar y una opción más accesible y menos conflictiva que el litio. Aunque las baterías de sodio apenas comienzan a comercializarse, su investigación académica tiene más de una década.

La transición hacia esta tecnología podría evitar impactos ambientales y sociales severos, como los asociados a la minería de litio en territorios vulnerables. Países como China, Corea del Sur y Japón ya lideran su implementación.

Más allá de innovar en nuevos materiales, Rincón insiste en la urgencia de abordar el creciente problema de los residuos electrónicos. Celulares, tabletas y baterías de autos eléctricos contienen metales valiosos que podrían recuperarse, en lugar de seguir devastando ecosistemas con minería agresiva, incluso en el fondo marino.

La científica señala que México carece de una política pública efectiva para el reciclaje de baterías. No hay una regulación clara que distinga entre distintos tipos (como plomo o litio), ni infraestructura adecuada para su recolección y tratamiento seguro.

Rincón también llama a la ciudadanía a ser más consciente del consumo tecnológico: cambiar de celular o computadora cada año alimenta el problema de los desechos. Además, cuestiona prácticas culturales y económicas que priorizan el beneficio individual sobre el colectivo, como se ve en el uso de segundos pisos viales para automóviles particulares en lugar de transporte público.

El papel de la CFE y la academia

Para avanzar, la investigadora propone que la CFE encabece iniciativas de reciclaje electrónico, en alianza con centros académicos como la UNAM. La colaboración permitiría desarrollar protocolos seguros en centros de acopio, capacitar personal y prevenir incidentes como incendios por mal manejo de materiales.

El artículo concluye con una visión integradora: sin políticas claras, sin conciencia ciudadana y sin compromiso institucional, no habrá una verdadera transición energética. Apostar por el reciclaje y las nuevas tecnologías como las baterías de sodio es fundamental para un futuro más justo y sostenible.

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