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“Las autoridades de EU ya sabe los nombres por otros juicios”: el abogado del capo, quien espera librar la cadena perpetua: “Tengo 75 años”

El Mayo admite que sobornó a políticos, policías y militares mexicanos, pero no revelará nombres

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Crimen organizado El abogado del Mayo Zambada, Frank A. Perez, responde a la prensa a la salida de la audiencia celebrada este lunes en Nueva York (OLGA FEDOROVA/EFE)

Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador y líder histórico del Cartel de Sinaloa, se declaró este lunes en un tribunal federal de Nueva York, a cambio de que la Fiscalía no solicite la pena de muerte y luego de admitir que sobornó a políticos, polícías y militares mexicanos durante cinco décadas, lo que pone en evidencia la colusión durante al menos medio siglo de todas las autoridades mexicanas en el crimen organizado.

“La organización que encabecé alentó la corrupción en mi país al pagar a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar libremente”, afirmó tras se declarado culpable formalmente de dos cargos de narcotráfico, lavado de dinero y uso de armas que pesaban en su contra tras más de cinco décadas de actividad criminal.

Zambada reconoce así haber liderado una organización criminal de forma continuada desde enero de 1989 hasta enero de 2024, evita así ser procesado en un juicio público, pero pierde su derecho a revocar la sentencia que le impondrá el juez encargado Brian M. Cogan, el mismo que condenó en 2019 al Chapo, tras afirmar testigos que sobornó incluso a presidentes para permitir sus operaciones, y el mismo que condenó en 2023 al exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, por recibir sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa mientras decía al mundo que combatía la guerra contra el narco.

Cogan tendrá ahora que decidir sobre 17 cargos relacionados con el blanqueo de capitales, asesinatos y secuestros, y si aplica en el fallo también la cadena perpetua, como hizo con el Chapo (encerrado en una cárcel de máxima seguridad en Colorado) o si considera su edad como atenuante.

“Tengo 75 años” expresó con un menguante hilo de voz para sorpresa de los presentes, pues hasta ahora se creía que el narcotraficante sinaloense, siempre rodeado de un gran misterio en torno a su figura, tenía en realidad más edad: 77 años.

“La información se queda con el Mayo”

En principio, se espera que El Mayo aporte información útil a las autoridades estadounidenses en su lucha contra el narcotráfico a cambio de beneficios carcelarios fruto de un acuerdo de cooperación entre las partes. No obstante, el abogado principal de Zambada, Frank Pérez, negó esta hipótesis al salir del tribunal:

“Puedo afirmar categóricamente que no existe ningún acuerdo por el que esté cooperando con el Gobierno de los Estados Unidos ni con ningún otro gobierno”, aseveró.

Asimismo, Pérez negó que en el futuro su cliente detalle nombres de autoridades mexicanas coludidas con sus operaciones de narcotráfico y crimen organizado. “Esa es información que ya tiene el Gobierno de los otros juicios que han hecho, la información que tiene el Mayo Zambada se queda con Mayo Zambada”.

Sentencia, el 13 de enero

El magistrado recalcó al capo que cada uno de los delitos de los que se ha declarado culpable conllevan pena de cadena perpetua, lo que podría concretarse cuando se lea la sentencia, el 13 de enero del próximo año.

El Mayo confesó que traficó al menos 1,500 toneladas de cocaína desde que empezó en el mundo del narcotráfico y que estas le granjearon “cientos de millones de dólares cada año”.

“Durante más de cincuenta años creé una gran red criminal conocida como el Cártel de Sinaloa, con muchas personas trabajando para mí. Algunos se dedicaban a la logística, otros a recibir la cocaína desde Colombia por barco o avión. Luego la llevábamos a estados fronterizos y pasaba de contrabando y con regularidad a EU”, agregó.

En base a esta y otras información, el juez Cogan añadió que el Gobierno de EU valoró en 15,000 millones de dólares los bienes y activos que Zambada habría generado durante su medio siglo dedicado a actividades ilícitas, y que ahora tendría que aportar a la Justicia estadounidense.

“Pido perdón”

En su extensa declaración de culpabilidad pidió perdón a las víctimas: “Reconozco el gran daño que las drogas han provocado a Estados Unidos, México y otros lugares. Asumo la responsabilidad y pido perdón a aquellas personas que se hayan visto afectadas por mis acciones”.

Finalmente, flanqueado por Pérez, Zambada acabó asegurando que ordenó a personas que “asesinaran a miembros de grupos rivales” en el marco de los enfrentamientos entre cárteles en México en los años ochenta y noventa del pasado siglo, y que en estos choques “también murió mucha gente inocente”.

Zambada quedó detenido en julio del año pasado tras aterrizar en el aeropuerto de Santa Teresa (Nuevo México) en una avioneta junto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo, quien, según El Mayo, le tendió una trampa para llevarlo a Estados Unidos y entregarlo a las autoridades.

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