CDMX — En diciembre de 2024, cuando en Tabasco la violencia estaba desatada, con quema de vehículos e inmuebles y homicidios a diario, Hernán Bermúdez Requena, presunto líder de grupo delictivo de ‘La Barredora’, planeó su fuga de México, pero lo hizo sin precipitarse, para no alertar a las autoridades y antes de que se emitiera la orden de aprehensión, de acuerdo con los reportes de inteligencia del gobierno mexicano.
La ubicación del delincuente requirió recursos tecnológicos que fueron utilizados en la operación de búsqueda, lo incluyó sistemas de reconocimiento facial que analizaban imágenes de cámaras de seguridad en aeropuertos, hoteles y centros comerciales de los países donde se sospechaba la presencia del fugitivo, “aunque Bermúdez Requena había modificado parcialmente su apariencia física, los algoritmos de reconocimiento lograron identificar patrones biométricos que sugerían posibles avistamientos”, de acuerdo con reportes oficiales.
Antes de escapar de México, Bermúdez Requena contrató a una empresa especializada en asesoría migratoria internacional y de telecomunicaciones supuestamente para tramitar visas de turismo para familiares, pero en realidad lo que buscaba era identificar a países que no tuvieran tratados de extradición robustos con México.
La empresa con oficinas en Panamá y Miami le proporcionó también servicios de obtención de documentos de identidad alternativos. Así, el pasado 13 de febrero, 24 horas antes de que la Fiscalía General Estatal de Yucatán emitiera la orden de aprehensión en su contra, Bermúdez Requena, alias ‘El Abuelo’, salió de Mérida en un vuelo comercial hacia la ciudad de Panamá, con documentación legítima y equipaje de mano.
De acuerdo con información que las autoridades federales encargadas de ubicar al exsecretario de Seguridad Pública, éste pagó el boleto de avión en efectivo.
Su fuga representó una ruta compleja diseñada “para confundir a las autoridades mexicanas y dificultar los procedimientos de extradición”.
Ya en Panamá, un presunto destino de depósito de grandes cantidades de dinero, Hernán Bermúdez planeó su traslado a Madrid, España, donde permaneció durante dos semanas.
‘El Abuelo’, antes de continuar hacia la ciudad de Sao Paulo, Brasil, aprovechó su estancia en suelo madrileño con “propósitos estratégicos”. Hernán Bermúdez se reunió con abogados especializados en derecho internacional. Investigadores mexicanos detectaron que el presunto narcotraficante realizó movimientos por aproximadamente 5 millones de euros durante esas dos semanas, lo que confirmó al gobierno mexicano que esta fuga incluía también la movilización de recursos financieros significativos.
“Los registros de telecomunicaciones interceptados revelaron que Bermúdez Requena había mantenido comunicación constante con familiares en México a través de aplicaciones de mensajería encriptada. Estas conversaciones incluían instrucciones específicas sobre el manejo de empresas, la liquidación de ciertos activos y la activación de procedimientos de emergencia diseñados para proteger la estructura financiera familiar”, según advierte como parte de la investigación que lo llevó a su detención en Paraguay, y que hasta ahora ha representado un gasto al gobierno federal por alrededor de 50 millones de pesos.
La familia de Hernán Bermúdez, que incluye a su hermano Humberto, sobrinos y “esposas”, una de ellas Flor María de los Ángeles Moguel y quien adquirió tres meses antes de la fuga un departamento en una exclusiva zona de Miami Beach -como lo documentó Mexicanos Contra la Corrupción- destruyó documentos corporativos, cancelación de cuentas bancarias menores y la transferencia acelerada de recursos hacia dicciones consideradas más seguras.
“Este protocolo había sido ejecutado con precisión militar sugiriendo que había sido ensayado previamente”, de acuerdo con los reportes oficiales.
Hernán Bermúdez voló hacia Sudamérica. Contactó con organizaciones criminales durante su estancia en Brasil.
Los análisis de inteligencia sugerían que había negociado acuerdos de protección y posiblemente de colaboración operativa con grupos especializados en tráfico internacional y lavado de dinero a gran escala.
‘El Abuelo’ permaneció en Brasil tres meses, en los cuales Bermúdez Requena había vivido en Sao Paulo bajo una identidad “parcialmente falsa utilizando documentos que modificaban su nombre, pero mantenía su fotografía. Esta estrategia le había permitido acceder a servicios bancarios y de telecomunicaciones sin activar inmediatamente las alertas de interpol.
Los investigadores determinaron que la decisión de trasladarse finalmente a Paraguay había estado motivada por la presencia en ese país de una red de contactos políticos y empresariales que ofrecían protección adicional.
“Paraguay mantenía regulaciones financieras menos estrictas que Brasil y tenía un historial de proporcionar refugio a fugitivos latinoamericanos de alto perfil”.