Durante la Conferencia del Pueblo de este 1 de octubre, el gobierno federal presentó la iniciativa de reforma a la Ley de Aguas Nacionales, cuyo objetivo es garantizar el derecho humano al agua y fortalecer al Estado mexicano en la rectoría de este recurso estratégico.

La mandataria subrayó que el artículo cuarto constitucional establece las bases para reconocer el acceso al agua como un derecho fundamental, dejando de considerarla como una mercancía y consolidándola como un bien estratégico de la nación. En este sentido, enfatizó que el Estado será el único responsable de regular su uso.
Sheinbaum precisó que no se otorgarán concesiones indiscriminadas a particulares, y que las que se autoricen deberán pasar por un análisis técnico de la CONAGUA. Además, se eliminarán los cambios de uso en las concesiones existentes y se creará un Registro Nacional del Agua, con el fin de garantizar la trazabilidad y transparencia en el manejo del recurso.
Para reforzar el control y evitar abusos, se anunció un endurecimiento de sanciones y multas. En los casos de robo de agua se aplicará la extinción de dominio, lo que permitirá recuperar bienes utilizados en este tipo de prácticas ilegales. Asimismo, se impulsará la tecnificación en el uso del agua con el objetivo de reducir el desperdicio.
La presidenta aseguró que quienes actualmente cuenten con una concesión tendrán salvaguardados sus derechos, aunque advirtió que el nuevo marco legal busca poner orden y garantizar la disponibilidad del líquido para las futuras generaciones.
Sheinbaum calificó esta iniciativa como una forma de celebrar el primer año de su gobierno, al recordar que, por mandato constitucional, el agua es un recurso de la nación que puede ser concesionado, pero no vendido. La propuesta será enviada este mismo día al Congreso como parte de un paquete de dos leyes orientadas a modernizar y proteger la gestión hídrica en el país.