
El mismo día en que la Universidad Nacional Autónoma de México emitía un comunicado en el que la secretaria general, Patricia Dolores Dávila Aranda, afirmaba que 39 de los 45 planteles de educación superior y media superior de la Universidad habían vuelto a la normalidad tras la oleada de paros, tomas y suspensión de actividades presenciales que asoló a la casa de estudios luego del caso “Lex Ashton”, en el que un alumno fue asesinado por otro estudiante asiduo a grupos de redes sociales en los que se fomenta la retórica del odio, al menos tres planteles, dos facultades y una preparatoria, debieron suspender las clases y evacuar a los estudiantes, personal docente y trabajadores al encontrar supuestas amenazas de bomba al interior de las instalaciones.
Cronología
Alrededor de las 9:00 am, tan solo minutos después de que la UNAM anunciara la vuelta a la normalidad en el grueso de sus planteles educativos, la comunidad de alumnos y trabajadores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), en Ciudad Universitaria, al sur de la CDMX, comenzó el desalojo de las instalaciones luego de que comenzara a circular entre los estudiantes la fotografía de un mensaje pegado al exterior de uno de los baños del complejo. A máquina e impreso en una hoja tamaño carta, se trataba de una amenaza de bomba: “Encuentren la bomba que pusimos en uno de sus baños. Nosotros no andamos con mamadas. No intenten averiguar quiénes somos. Esta no es una nota mal escrita en una hoja de cuaderno”. El mensaje se encontró y circuló apenas 35 minutos después de haber reanudado actividades.
Al filo de las 10:00 am las autoridades de esta facultad informaron que se aplicó de forma inmediata el Protocolo de Actuación y se procedió con el desalojo de toda la comunidad escolar para esperar el arribo del “personal especializado y equipo de bomberos”.
Prepa 6
Hacia el mediodía, otra amenaza de bomba, escrita en una hoja de cuaderno y pegada al interior de uno de los baños, provocó la evacuación de las instalaciones de la Escuela Nacional Preparatoria No. 6 (ENP 6), en Coyoacán. De nueva cuenta, las autoridades universitarias emitieron un comunicado vía redes sociales en el que se relató el hallazgo del mensaje al ser esto notificado a uno de los funcionarios del plantel alrededor de las 12:00h, la Preparatoria adujo que activó de manera inmediata el Protocolo de Riesgo ante Artefacto explosivo, lo que dio pie el desalojo y a la entrada en acción del equipo especializado de Bomberos UNAM, que realizó una revisión completa de todo el inmueble.

FES Iztacala
Cerca de las 2:00 pm la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, informó que evacuaría el plantel por una posible “situación de riesgo”, la escuela manifestó que desalojó el campus en una medida “exclusivamente preventiva” y recalcó que se mantendría en comunicación con el alumnado, plantilla docente y trabajadores para el regreso a las instalaciones.
La FES Iztacala únicamente precisó que funcionarios del plantel recibieron “un mensaje” que representaría “un riesgo en nuestra facultad”, por lo cual la directiva decidió solicitar la intervención de las autoridades para llevar a cabo la revisión “minuciosa” de las instalaciones por parte de personal “competente y especializado”.
Falsa Alarma
Casi cuatro horas después del aviso la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales informó que, tras la revisión de las instalaciones, los equipos especializados de protección civil y bomberos descartaron la presencia de artefactos explosivos en el campus, por lo que instaron a su comunidad a retomar actividades académicas y administrativas a partir las 15:00h.
Por su parte, las autoridades de la Prepa 6 anunciaron que no se detectó ningún objeto que pusiera en peligro a los alumnos, por lo que las actividades se reanudaron para el turno vespertino, al tiempo que la FES Iztacala confirmó, al filo de las 18:00h, que no se encontró ningún artefacto que pudiera provocar daño alguno a la los miembros de su comunidad, por lo que las actividades se reanudarían el 7 de octubre con normalidad.
La ENP 6 y la FES Iztacala recalcaron que este tipo de conductas van en contra de la Norma Universitaria y de la Legislación Nacional, por lo que adelantaron que serán presentadas las denuncias penales correspondientes mientras se recaban los indicios probatorios con los que cuentan para apoyar las acusaciones e iniciar las investigaciones.
Crisis de seguridad
Las amenazas de este lunes se suman a las recibidas por otros planteles de la UNAM, como la Facultad de Química, la Facultad de Economía, la Prepa 5 y Prepa 8, en los días que siguieron al ataque perpetrado por un alumno identificado como Lex Ashton en contra de otro estudiante al interior del Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Sur el pasado 22 de septiembre, lo que catalizó la suspensión de actividades en varios planteles de la Universidad Nacional, de entre los cuales seis permanecen sin actividad o en clases en línea hasta no contar con nuevos o mejores protocolos de vigilancia, esto mientras el alumnado de facultades como Derecho realizan votaciones para determinar si van o no a paro de actividades ante la falta de garantías de seguridad. Aunque el incidente del CCH Sur fue la chispa, el último mes en la vida de muchos universitarios ha trascurrido entre distintas afrentas a la seguridad de los espacios educativos: el miércoles 17 de septiembre la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza cerró sus instalaciones y desalojó al estudiantado luego de que la directiva recibiera una llamada anónima en la que se avisaba de la presencia de un artefacto explosivo en algún sitio del plantel; de igual modo, un día después, la Facultad de Economía fue escenario de una nueva evacuación cuando, a través de otra llamada telefónica, un masculino afirmaba haber colocado dos bombas en los edificios A y B, acción que tuvo eco cuando, unas horas más tarde, se alertó de lo mismo, pero ahora en la Facultad de Derecho; luego, el 24 de septiembre, a dos días del homicidio acaecido en el CCH Sur, la Prepa 6 presentó una denuncia ante las autoridades capitalinas y la policía cibernética tras haber detectado amenazas en línea sobre la posibilidad de colocar bombas en dicho plantel.

Todas las amenazas hasta el momento recabadas han resultado espurias, no obstante la continua ocurrencia de casos como estos, en los que se atenta en contra de la vida y el quehacer universitario con total impunidad no hacen sino revelar una grave crisis de seguridad al interior de la máxima casa de estudios de México al evidenciar la total deficiencia de sus protocolos en materia de prevención del ilícito e inacción ante el riesgo que acosa a su comunidad, llámense estudiantes, académicos, docentes o trabajadores. De acuerdo con lo anunciado por la UNAM en el comunicado de vuelta a la normalidad, en esta nueva jornada, interrumpida otra vez, los diferentes campus y planteles de la institución tenían previsto realizar mesas de trabajo con estudiantes, autoridades académicas y administrativas con la finalidad de definir estrategias encaminadas a reforzar la seguridad en las instalaciones .