
Un nuevo crimen de carácter religioso conmocionó al país y a la comunidad católica: el asesinato del sacerdote Bertoldo Pantaleón en Guerrero.
Hasta ahora, las hipótesis arrojan que el principal sospechoso del homicidio se trata del chofer del presbítero, informó el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch.
Entretanto, la Conferencia del Episcopado México, que agrupa a todos los obispos del territorio nacional, emitió un comunicado expresando su dolor por la muerte de Pantaleón.
“Constatamos con tristeza y dolor que hechos de violencia nuevamente enlutan nuestra comunidad Católica. Por ello, exigimos a las autoridades competentes del Estado y de la Federación una investigación pronta, exhaustiva y transparente que permita el esclarecimiento de este crimen y el justo castigo a los responsables”, expresó el organismo rector del catolicismo nacional.
¿Qué pasó con el sacerdote Bertoldo Pantaleón?
Las autoridades federales y estatales de Guerrero se encuentran movilizadas desde el lunes 6 de octubre tras el hallazgo del cadáver del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, reportado como desaparecido desde el sábado 4 de octubre, y cuyo asesinato ya es investigado como un homicidio calificado.
El secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, declaró que los primeros indicios recabados por la Fiscalía General del Estado de Guerrero apuntan a que el autor material del crimen podría haber sido su propio chofer, quien conducía el vehículo en el que viajaba el sacerdote.
Señaló que el cuerpo fue hallado dentro de la camioneta, que aparentemente fue abandonada en una brecha, y que ya se realiza la búsqueda del conductor para su aprehensión. Según Harfuch, “todo indica que él muere arriba de su camioneta… estamos en búsqueda para dar con esta persona. El móvil no lo tendríamos todavía.”
La Fiscalía estatal confirmó que el cuerpo fue encontrado en el municipio de Eduardo Neri, en la región de Mezcala, entre Zumpango y Milpillas, a la altura del kilómetro 199 de la carretera federal México–Acapulco. De acuerdo con informes extraoficiales, el vehículo estaba en una brecha apartada, y el cadáver presentaba múltiples impactos de bala.
La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa confirmó la identidad del sacerdote, de 58 años, quien había sido ordenado en 1994 y fungía como párroco de la iglesia de San Cristóbal en Mezcala durante los últimos ocho años. En su comunicado, la diócesis lamentó su desaparición y pidió discreción para evitar especulaciones irresponsables durante las indagatorias.
Las pesquisas comenzaron de inmediato: elementos de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) y peritos forenses acudieron al lugar para procesar la escena del crimen, levantar indicios y recabar evidencias que permitan esclarecer lo sucedido. Hasta ahora, no se han confirmado detenciones.
Este caso revive ecos funestos de episodios anteriores de violencia contra sacerdotes en México. Por ejemplo, en 2022 fueron asesinados los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Chihuahua, lo cual generó gran consternación nacional. Asimismo, el padre Marcelo Pérez, conocido por su trabajo social en comunidades indígenas de Chiapas, fue emboscado y asesinado en 2024 mientras se dirigía a oficiar misa.