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Edgar Camargo, cartonero de 56 años narra para La Crónica su historia de amor por estas artesanías la cual comenzó desde niño

Pasión por los alebrijes: costumbre que va de generación en generación; el trabajo de un artesano que participa en el Desfile de Alebrijes Monumentales

Desfile de Alebrijes Monumentales (Edgar Negrete Lira)

El Desfile de Alebrijes Monumentales está a la vuelta de la esquina. Este próximo 18 de Octubre, distintos artesanos se darán cita en el Zócalo para dar marcha hacia el Ángel de la Independencia, donde algunas de las obras que desfilaron quedarán en exhibición al público del mismo día del desfile hasta el nueve de noviembre.

¿Qué son los Alebrijes?

Los alebrijes son una creación del artista mexicano Pedro Linares a inicios del Siglo XX, donde se cuenta que mientras estaba en cama por una enfermedad, habría soñado con estas criaturas y tras recuperarse, comenzó a trabajar en su visión y creó a los alebrijes, figuras fantásticas, llamativas y coloridas que han encantado tanto a mexicanos como extranjeros.

¿Cómo inició el Desfile de Alebrijes Monumentales?

El evento como comenzó a celebrarse formalmente en 2007, cuándo el Museo de Arte Popular (MAP) designó a los alebrijes como objeto para ser celebrado debido a que “sus figuras y colores salvajes sorprenden tanto a mexicanos como extranjeros”, así lo expresó el director del MAP, Walther Boelsterly.

Este evento ha crecido muchísimo en popularidad en los ya 18 años que lleva haciéndose anualmente (menos en época de pandemia) ha encantado a todos los asistentes que se dan cita año con año.

Con un incremento de artesanos con el transcurso de cada edición, hay algunos que han intentado no perderse ninguna de ellas, entre ellos está el cartonero Edgar Camargo, el cual ha estado presente desde el inicio del desfile en 2007, sin embargo no ha participado en todas las fechas.

  • Amor por los Alebrijes
Edgar Camargo, cartonero de 56 años narra para La Crónica su historia de amor por estas artesanías (Fernando Negrete)

Edgar Camargo de 56 años de edad cuenta una experiencia de 21 años en el trabajo de la cartonería y en exclusiva con La Crónica nos cuenta su historia y cómo fue que se enamoró de los alebrijes y esta profesión la cual lo ha llevado a distintas partes del mundo para exhibir su trabajo.

“Ellos me escogieron a mí. Desde niño mis papás tenían una cremería y teníamos que ir a surtir a la zona de La Merced. Entonces cuando teníamos que regresar. Tenemos que tomar un camión en frente del mercado de Sonora.

Y ahí fue la primera vez que tuve contacto con un alebrije. Y desde ese entonces para acá me cautivaron” expresó el señor Camargo.

En cuanto a su motivación, indicó que debido a que su papá no quiso comprarle un alebrije esa ocasión en el mercado de Sonora, se hizo el propósito de que con el tiempo se acercaría a esta artesanía y ya siendo padre de familia, se cruzó con una casa de cultura donde impartían un taller de cerámica para padres e hijos y tuvo la suerte de que el maestro también hacía alebrijes.

“Entonces le pedí que si me podía enseñar. Me dijo que sí, de ahí volví otra vez a retomar ese amor por los alebrijes”, mencionó.

Al preguntarle sobre qué era lo que quería transmitir con sus obras o si tenía algún tema en específico, dijo que su equipo se encarga de reciclar ya que su presupuesto no da para mucho.

“Siempre procuramos hacer cosas diferentes, reciclamos, porque luego los presupuestos no dan para mucho. Entonces, el de un año para el otro lo reciclamos, pero siempre tratando de decir cosas diferentes.

Uno como artista, como creador busca hacer las cosas para uno antes que nada, por ejemplo si se me antojó hacer un sapo o hacer una ballena, pues lo hago y ya después poquito a poquito se va dando, a lo mejor un cierto sentido social o no sé, algún otro sentido. Pero sí, inicialmente siempre es así para uno”, destacó.

Además agregó que en esta edición están trabajando en cinco piezas ya que lo hacen de parte de la alcaldía de Iztapalapa.

“Bueno, ahorita en esta ocasión como lo estamos haciendo por parte de la alcaldía de Iztapalapa, estamos haciendo cinco. Entonces, somos cerca de unos 20 artesanos más o menos. Cuando lo hago por parte de mi colectivo, que nada más es mi hija, mi esposa, yo y ahora ya mis nietos, somos alrededor de cuatro personas”, mencionó. Asimismo, el señor Edgar agregó que por una pieza de alebrije le lleva aproximadamente un mes de realización.

Además, puntualizó que el proceso para la elaboración del alebrije siempre es diferente: “a mí me gusta hacer un un boceto y sobre ese ya ir trabajando toda la idea, pero hay quienes traen la idea en la cabeza y así empiezan a trabajar.

Entonces ya del boceto vamos a pasar a hacer el armado de la estructura, que el armado lo puedes hacer con carrizo, alambre, con unicel o incluso con pet. Incluso he conocido compañeros alebrijeros que trabajan sus estructuras dependiendo de su capacidad económica”.

En cuanto al tiempo que dedican por semana a la elaboración de los alebrijes, comentó que “estamos ocupando 5 días de la semana, de 10-11 de la mañana, hasta las 5-6 de la tarde.

Además de la creación de alebrijes, Camargo nos relata que también se dedica a ser pintor muralista. “Hace 2 años fui invitado a hacer uno a Italia en un poblado a 15 minutos de Venecia. Entonces, tengo esas dos, esos dos amores, la cartonería y la pintura”, dijo.

Regresando al tema del Desfile de Alebrijes, el artesano contó cómo fue que se enteró de la primera edición y porque decidió participar.

Desfile de alebrijes monumentales (Edgar Negrete Lira)

“Fue muy padre porque mira, ese año precisamente yo tenía yo tenía como dos o tres meses de haber llegado aquí al centro cultural El Casetón, del cual le debo mucho todo lo que soy. Entonces uno de mis alumnos, el señor Porfirio llegó y me dijo, ‘Oiga, maestro, ya vio lo del concurso de alebrijes, vamos a entrarle’.

Y le dije: ‘pues no es que no sabemos cómo hacer un alebrije gigante’.

Me contestó que a pesar de eso, le entraramos, así como sea, como no salga y ya me animé y comenzamos a hacerlo” relató.

“En aquel entonces éramos alrededor de cuatro personas, mi esposa que siempre ha sido mi mano derecha, que también se dedica a esto, el señor Porfirio, otros dos alumnos y yo. Presentamos un dragón.

Yo creo que el primer el primer desfile ha sido más bonito. Participamos, si no mal recuerdo, cerca de 30 o 28 alebrijes monumentales. Pero por mi parte jamás me hubiera esperado haber encontrado tantísima gente, cuando dimos vuelta hacia la Alameda Central, era un mundo de gente, fue muy bonito, yo con el primer desfile me quedo”, recordó.

Igualmente, detalló en cuantas ediciones de este evento ha participado: “de los últimos dos desfiles después de la pandemia no pude participar porque me fui a Chicago.

He estado en varias partes de Estados Unidos, montando una exposición por parte de Mexican Cultural Center. El colectivo Meztli, el Muralismo mexicano de Minnesota y el museo este de culturas hispanas de la ciudad. Entonces ellos me han estado llevando y trayendo y por eso no participé. Solamente he tenido dos ausencias”, precisó.

Igualmente, agregó su experiencia en estas exposiciones de EU: “fíjate que la primera exposición fue en un parque que se llama Cantigny Park, en un poblado de Chicago. Este parque es muy particular porque únicamente albergaba cosas de la guerra. De hecho, tiene una colección de tanques, desde la Primera Guerra Mundial hasta la Guerra del Golfo y era era como muy nacionalista. Entonces, se llevaron 40 piezas entre alebrijes de de 3 a 4 metros y de 1 metro este se llevaron a ese parque, pero fue muy padre porque fue la primera exposición que no fue tema nacionalista y fue una cosa totalmente mexicana”, recalcó.

“Para los americanos era algo nuevo sobre todo por las dimensiones de las piezas, fue como llevarles un cachito de México. Esas piezas se hicieron aquí en la Ciudad de México. Fuimos seis artistas y de aquí a Chicago se fueron en tráiler en dos contenedores, todas eran piezas desarmables. Y como eran tiempos postpandémicos, tardaron un poquito en llegar”, expuso.

Edgar Camargo finalizó añadiendo cómo su trabajo ha cruzado fronteras, llegando a países como Portugal: “en alguna ocasión también me invitaron a participar en una exposición que se llamaba Mis Lupitas. Esto lo organizó Carolina Esparragoza y esa exposición se llevó al museo del juguete en Portugal y al de Japón”.

Alebrijes (Moisés Pablo Nava)

Así como el señor Camargo hay muchos artesanos que buscan exponer sus obras en esta 17° edición del desfile de Alebrijes Monumentales, pautado a celebrarse este 18 de octubre, en punto de las 12:00 horas, arrancará en el Zócalo, continuará por las avenidas 5 de Mayo, Juárez y Paseo de la Reforma, para concluir en la glorieta de la Columna del Ángel de la Independencia.

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