
Frente a las presiones del “ejército” de cabilderos de la industria alcoholera, los legisladores de todos los partidos deben levantar un dique en favor de la salud pública y aprobar para 2026 un impuesto especial para el alcohol y las cervezas con el fin de reducir su consumo y las enfermedades, accidentes, violencia y muertes que se asocian con la ingesta de esas bebidas entre la población.
Así lo consideró Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa MX, quien informó que junto con otras organizaciones civiles sostiene pláticas con legisladores para que a partir del próximo año se pueda cambiar el impuesto ad valorem que actualmente se aplica a las bebidas alcohólicas, por un impuesto específico de 35 centavos por mililitro para cervezas, de 68 centavos para fermentados y de 61 centavos para destilados por mililitro de alcohol puro.
Refirió que según lo estimado por Economic for Health ese gravamen ayudaría a reducir en 37 por ciento el consumo de dichos productos, al tiempo que permitiría aumentar en 32 mil millones de pesos la recaudación anual en bebidas alcohólicas, y hasta en más de 105 mil millones de pesos la recaudación acumulada por el mismo concepto; es decir, junto con lo que se recauda actualmente.
En entrevista con La Crónica de Hoy el promotor de políticas públicas en favor de la salud señaló que México tiene un rezago de más de 15 años en las políticas hacia el alcohol, por lo cual lamentó que el gran ausente en el paquete de impuestos saludables que presentó la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados sea el gravamen a las bebidas alcohólicas.
“Entendemos que hay presiones y que el peso de la industria alcoholera y cervecera es muy fuerte, pero hay que entender que esta es una oportunidad, probablemente la única que tengamos en el sexenio, de hacer una modificación a la ley de impuestos especiales sobre producción y servicios, y hacer una verdadera transformación de cómo se cobran los impuestos, de cuál es el monto, y sobre todo, cómo se utilizan estos recursos”, expresó.
Erick Antonio Ochoa pidió a los legisladores claridad sobre la importancia de discutir, y en su caso aprobar, un paquete integral de impuestos saludables para 2026 que considere a las bebidas alcohólicas, las cuales provocan alrededor de 42 mil muertes al año en el país y generan costos directos e indirectos para atender las enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol por más de 550 mil millones de pesos anuales, equivalentes al 2.1 por ciento del PIB.
En cambio, la industria del alcohol apenas ingresa 57 mil millones de pesos al año a las arcas del gobierno.
“Sabemos que hay resistencias en la industria alcoholera. Tiene un ejército de cabilderos, pero aún así estamos esperanzados en que con una reserva al Dictamen, en Comisiones o en el Pleno, los legisladores puedan discutir sobre este gran ausente del impuesto a las bebidas alcohólicas en la propuesta económica del gobierno federal, pues es una oportunidad que no hay que desaprovechar”, indicó.
El director de Salud Justa MX consideró que no aprobar ese gravamen significaría un retroceso para México, sobre todo porque la región de Las Américas está a casi nada de superar a Europa en el consumo de alcohol, con la característica de que en México el consumo es mayormente “episódico grave”; es decir, el alcohol no se consume tan seguido como en los países europeos, pero hay mayor proporción de personas que lo ingieren hasta perder el conocimiento.