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México está en los primeros cinco países de América Latina con más llamadas no deseadas y fraudulentas, con un promedio de 17 spam al mes por usuario, asegura la senadora del PVEM, Rocío Corona Nakamura

¿Cansado de recibir llamadas robotizadas?, senadores buscan prohibir esta práctica

Centro de llamadas
Los Call center, han sido objeto de fuertes cuestionamientos por la lluvia de llamadas no deseadas que salen de esos lugares (EFE / Archivo)

Senadores buscan reformar la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión para prohibir las llamadas masivas automatizadas o robotizadas —también conocidas como robocalls— que diariamente afectan a millones de usuarios en el país sin su consentimiento.

La senadora Rocío Corona Nakamura, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) advirtió que México se encuentra entre los primeros cinco países de América Latina con más llamadas no deseadas y fraudulentas, con un promedio de 17 llamadas de spam al mes por usuario, lo que representa una afectación directa a la privacidad de millones de personas.

“La población está siendo acosada y su información personal utilizada sin control ni autorización, una práctica que invade la vida cotidiana y vulnera los derechos de los ciudadanos”, sostuvo.

La legisladora recordó que, a pesar de que desde el 2007 se instauró el Registro Público para Evitar Publicidad (REPEP), implementado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), dicho mecanismo ha resultado insuficiente. Entre 2007 y principios de 2024, se habían registrado un total de 3 millones 781 mil 105 números telefónicos para no recibir este tipo de llamadas.

De acuerdo con datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en 2024 se contabilizaron 171 millones de llamadas no deseadas y 119 millones con fines fraudulentos, lo que refleja la necesidad urgente de reforzar el marco legal.

Corona Nakamura indicó que su propuesta plantea adicionar una fracción XIX Bis al artículo 185 de la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, para establecer como derecho de los usuarios a no recibir llamadas masivas automatizadas, con fines comerciales, publicitarios o propagandísticos sin su consentimiento expreso, estableciendo obligaciones claras para las empresas proveedoras de servicios telefónicos y las agencias de telemarketing.

Con ello se busca fortalecer la defensa de los derechos de los usuarios frente a prácticas invasivas que vulneran su bienestar.

“Las llamadas robotizadas no solo representan una molestia constante, sino también un riesgo a la privacidad de las personas. Debemos garantizar que la tecnología se use para servir a la ciudadanía, no para invadirla”, afirmó Corona Nakamura.

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