CDMX — La soldado de la Guardia Nacional, Stephany Carmona Rojas, de 19 años, fue torturada con quemaduras en los glúteos que le provocaron ampollas. El cuerpo de una mujer habla, la piel de sus brazos también lucía amoratada en defensa de vida, pero la fuerza de su presunto agresor, el sargento segundo Yair Manuel Ramírez de la Cruz, la venció cuando éste accionó el arma de cargo de uso exclusivo del Ejército directo a su frente, y tras 18 días del caso el militar ha sido vinculado a proceso y cuya sentencia condenatoria podría ser hasta de cuatro años. Dos por por deserción y dos por desobediencia. En la justicia militar el feminicidio no es su tema.
Es México, donde es obligación de la madre impedir la impunidad del feminicidio de su hija. Así lo vive María Fernanda Rojas, madre de Stephany, que no cree la sarta de mentiras que desde el pasado 13 de octubre con un velo militar quieren (en)cubrir lo que ocurrió en el 51 Batallón de la GN, pero ’las mentiras tienen patas cortas’, dice, y aunque mandos de la GN le pidieron ya no hablar con medios de comunicación, no lo puede dejar de hacer porque busca justicia para su hija.
Sobre el acta de defunción, Fernanda advierte que le entregaron un documento incompleto, porque cuando vio el cuerpo de Stephany, éste presentaba quemaduras con ampollas en uno de los glúteos y sus brazos tenían moretones.
“Reitero lo que dije la primera vez, mi hija no fue atendida en un hospital. Mi hija ya llegó sin signos vitales, y en el acta de defunción no aparecen momentos precisos. ‘Muerte craneoencefálica y heridas por proyectil. Pero yo vi el cuerpo, y mi hija tenía quemaduras, quemaduras en un glúteo y muchos moretones en los brazos. A mí no entregaron el expediente con fotos y de manera detallada lo que arrojó. Yo cuestioné al médico forense sobre qué significaban esas quemaduras, y me respondió que no sabía”, narra Fernanda, a quien ninguna asistencia gubernamental se le ha brindado.
A la mamá de Stephany se le ha negado desde el principio acceso a la justicia bajo protocolos con perspectiva de género. Todo lo contrario, le han cerrado toda forma de encontrar la verdad detrás de la mentira que le dijeron cuando fue informada de que su hija perdió la vida en un adiestramiento dentro del 51 Batallón de la Guardia Nacional, sin testigos de la supuesta práctica.
Desde la Guardia Nacional recibe recriminaciones y casi ‘órdenes’, que ya no debe hablar del caso de la muerte de su hija ante los medios de comunicación.
“El capitán Miguel Ángel Cortés me cuestionó por qué digo que la Guardia Nacional no me ha apoyado. Reconozco el apoyo funerario, pero no he tenido ningún otro de nadie para conocer realmente los hechos que le quitaron la vida a mi hija”
La mamá de Fanny, como le decían a la chica familiares, amigos y conocidos, aclara que ella fue notificada de la detención del sargento Yair Manuel Ramírez de la Cruz, supuestamente en una localidad de Acapulco conocida como Llano Largo muchos días después, cuando a él ya la justicia militar lo llamaba a su segunda audiencia.
Un hombre que se presentó ante ella como subteniente Benítez le dijo que fue él quien agotó todos sus recursos para ubicar y capturar al presunto feminicida de su hija, pero después recibió una llamada de una subteniente Josefa para informarle de la captura de este militar.
Respecto a esta detención, los hechos no fueron asentados en el Registro Nacional de Detenciones y tampoco se informó de manera oficial.
Fernanda viajó de Ajalpan, Puebla, de donde es originaria, a la capital del país. Se debía presentar a las 17:00 horas para estar presente en la audiencia. Ese proceso también fue confuso para ella. El capitán no le quería dar la dirección, y ya afuera de las instalaciones se topó con personal que le obstaculizaban con pretextos de reglamento.
“Yo fui a la Ciudad de México, al Campo Militar número 1, para mí era la primera audiencia, pero para él ya era la segunda audiencia, el 23 de octubre. La sentencia que se dijo (por parte del juez de Conocimiento dentro de los procesos militares) es de cuatro años. Dos por deserción y dos más por desobediencia.
EL JUICIO POR LA VÍA CIVIL
En los próximos días, Fernanda deberá desplazarse hacia Acapulco donde dice que está iniciada la carpeta de investigación por el delito de feminicidio contra quien es el principal implicado.
“El cuerpo de mi hija habla de violencia que no propina una práctica de adiestramiento y culmina con tiros en la frente. Por eso busco castigo, por feminicidio. Sé que no será fácil, pero no me voy a vencer. Quiero justicia para mi hija y que el responsable no salga de la cárcel”.
Fernanda comenta que esta carpeta por feminicidio está abierta ante la Fiscalía General de la República en la Ciudad de México y la audiencia inicial se llevará acabo en Acapulco.
Sobre las pertenencias de la agente que estaban dentro de la GN, asegura que no le entregaron todo, principalmente su celular desde donde se han sustraído imágenes personales de la víctima que la sexualizan. El aparato ya ‘está bajo el resguardo de la FGR para trabajos de peritaje.
SORORIDAD NO DE LA COMANDANDATA DE LAS FUERZAS ARMADAS, SINO DE LA MADRE AL FRENTE DEL PAÍS, PIDE
En su estancia en la CDMX para acudir a la segunda audiencia de Yair Manuel ‘R’, María Fernanda Carmona llegó por la mañana a las puertas de Palacio Nacional, donde despacha la presidenta Claudia Sheinbaum, para entregar una carta en la que le pide que intervenga para que se haga justicia, y le pregunta: “¿Qué haría ella como madre?”… Y refrenda señalamientos contra la Guardia Nacional que no se hace responsable de los hechos violentos por arma de fuego en los que su hija Stephany Carmona Rojas fue privada de la vida.
“Quiero resaltar que la Guardia Nacional no se está haciendo responsable del suceso, pues menciona que no hay cámaras (de videovigilancia), tratan de encubrir al sargento”.
Ese mismo día, el 23 de octubre, María Fernanda obtuvo respuesta de la Presidenta, quien, se lee en un oficio, dio la instrucción de que las dependencias correspondientes atiendan el tema al que se le dará puntual seguimiento y le brindaron un número telefónico en el cual puede preguntar respecto a los avances.
