“La verdad, jamás me dediqué a inversiones, ni conozco mucho del ámbito financiero. Soy comunicólogo, y mi hermano tenía tiempo insistiéndome en que invirtiera el poco dinero que tenía con su asesor financiero, ya que tenía aproximadamente ocho años o más de trabajar con él; en 2023, decidí hacer la prueba”, relata Alejandro, una de las víctimas del megafraude de XY Booster que investiga la FGJCDMX.
Su hermano es un microempresario con éxito, pero no es eso lo que empujó a Alejandro a las inversiones, sino una enfermedad que le impone planear (en lo físico y en lo económico) la atención médica y las cirugías que debe enfrentar.
Invirtió 550 mil pesos que se han evaporado.

Explica: “hace años, durante la pandemia, me detectaron un tumor en el cerebro; tenía aparentemente problemas oftalmológicos y un especialista me mandó hacer una resonancia magnética y allí salió el tumor; ya era muy grande”.
Con los hospitales saturados por el Covid, la primera operación de Alejandro se hizo en un hospital privado que mermó sus ahorros. En esa encrucijada, con más atenciones médicas especializadas en puerta y ya durante 2022, las recomendaciones de su hermano le sonaron más tentadoras que nunca: con rendimientos de su inversión en XY Booster, podría potenciar los ahorros que le quedaban.
“Hace tres o cuatro meses, el médico que me ve, me dijo que sí, que tenía que volver a operarme, que me hiciera un estudio. Con el ojo izquierdo me detectan que ya nada más veo un 15 por ciento, con el ojo derecho aproximadamente un 55, 50 por ciento”, indica sobre su situación actual. Pero sus ahorros no sólo no se potenciaron, sino que se esfumaron junto con los directivos de XY Booster. La firma, imposibilitada legalmente para recibir inversiones a plazo y tasa de ganancia fijas, operó a plena luz del día durante un par de años, con publicidad en redes sociales y sin que ninguna autoridad revisara sus operaciones.
Sin trabajo, con 68 años, “no me he podido jubilar” principalmente porque, incluso en gobierno, trabajos permanentes fueron registrados como “por honorarios” y sin seguridad social. No esperaba tener que enfrentar una nueva cruzada, esta vez legal, al demandar a XY Booster junto con decenas más de defraudados.
“He visto que mucha gente se ha caído con esta noticia del fraude y lo único que pedimos y solicitamos es justicia y que los culpables están en la cárcel”, finaliza.