La población mexicana tiene necesidad de tranportación aérea, pero no ha encontrado aún la oferta óptima para que ésta opción sea más recurrida, es parte esencial de la identificación de los problemas en torno al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Las autoridades aeroportuarias, hoy en día con los militares mexicanos como principales responsables, presentaron este domingo el programa de cinco años (2025-2030) para esta central aérea y para las terminales de Ciudad del Carmen, Ciudad Obregón, Guaymas, Loreto, Matamoros y Colima. Evidentemente, el aeropuerto capitalino concentra la atención del análisis.
En los diagnósticos que incluyeron encuestas, se detectó a un millón 164 mil 540 pasajeros potenciales que desearían utilizar los aviones para dirigirse o salir del centro del país, pero que, ante los servicios actuales, o bien no encuentran las rutas adecuadas. Esto significaría prpacticamente duplicar (95%) la cantidad de personas que usan actualmente el servicio.
Es importante no confundir a estas personas que son “potenciales pasajeros” con el número de viajes, pues una misma persona realiza varios viajes a lo largo del año.
El diagnóstico indica que “las causas de este problema son la desarticulación de la provisión de servicio respecto de la experiencia; la falta de visión sostenible que atienda las mejores prácticas del sector aéreo, las preferencia y necesidades de los nuevos perfiles de usuarios; la vulnerabilidad existente ante desviaciones a la seguridad operacional y de la aviación civil; la limitada visión de ampliación y modernización de la infraestructura y su deficiente vinculación con soluciones de transformación digital para la generación de mayor capacidad y seguridad, y el impulso insuficiente a la gestión administrativa para orientarla a resultados...”.
Se trata de un diagnóstico muy crítico con la situación actual, luego de años de operación y reestructuración generadas en el conjunto de aeropuertos que han sido puesto en manos de los militares, pero en este caso no es de extrañar los focos de atencion, pues en el documento ha intervenido la Secretaría de Marina, una instancia aún más puntillosa que el Ejército para definir estrategias para el cumplimiento de objetivos.
Los problemas enunciados, se señala, deben ser atendidos para hacer más competitivo a México en la movilidad de personas, carga y correo. Se propone seguir algunos lineamientos para lograr esto:
- Viajes más cortos,
- Considerar la satisfacción del pasajero como un factor ineludible,
- Buscar el menor precio posible.
Estos elementos (o sus problemas) han sido heredados por la administración civil de décadas a los militares. Para empezar, los viajes de los mexicanos por ruta aérea sualen ser pensados para tyrayectos largos o viajes internacionales. La satisfacción, en el caso específico de los aeropuestos del centro del país a los que alude el documento, principalmente el AICM, es poco menos de insufrible, se salga o se llegue.
Para muchos usuarios es ya sabido que su avión llegado de Guadalajara, Vallarta o Mérida, bien podría quedarse una hora en espera y la explicación, notificada por el piloto a través de los altavoces, sería que el Aeropuerto de la Ciudad de México no da la autorización para el despegue y posterior recepción de la aeronave.
Como es bien conocido (y es uno de los tópicos de la 4T) el abandono del Proyecto Texcoco implicó que se recurriría a parches en el AICM y al nuevo Felipe Ángeles (este en manos de Sedena), donde a veces no hay taxis o autobuses para llegar de ese punto al centro de la capital.
Si bien el documento no aborda explícitamente lo anterior, los marinos sí recurrieron a balances internacionales que otros sectores del gobierno prefieren omitir. La mediacridad en el desempeño de nuestro país en el Índice Mundial de Competitividad es refierido como una prueba de que la apertura de rutas internacionales y otras acciones no han sido suficientes.
La falta de presencia en rutas hacia el pacífico, así como la degradación de la aviación mexicana por parte de las autoridades internacionales también es mencionada.
Los marinos se han propuesto lograr una serie de certificaciones en los aeropuertos que operan, incluyendo el de la Ciudad de México, pensando en que la experiencia del viaje sea mejorada sustancialmente.
En cuanto al volumen, se espera que se pueda pasar de los 45 millones de viajes que se lograron en 2024 a 55 millones en 2030, un incremento sustancial que, al menos en principio, indicaría que se ha logrado susperar algunos de los roblemas más serios que se plantearon en el diagnóstico.