
Francisco García Colín, detenido durante la marcha de la Generación Z el pasado 15 de noviembre, llevará su proceso en libertad por el delito de tentativa de homicidio.
Esto con la orden de que el hombre de 58 años no se acerque a las víctimas y acudir al penal a firmar de manera periódica.
Sin embargo, a Bryan Alexis “N”, joven imputado por lesiones y robo, no le fue permitida su salida del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, dado que el juez solicitó una evaluación para acreditar el arraigo en su domicilio.
Además, Eduardo Josafat “N”, también señalado por lesiones y robo, permanecerá en reclusión, dado que no se ha llevado a cabo la audiencia para evaluar el cambio de medida cautelar.
El arraigo domiciliario es una medida cautelar que restringe la libertad personal de un investigado, ordenándole permanecer en un lugar determinado para garantizar su presencia en el proceso penal. A diferencia de la prisión preventiva, esta medida es menos gravosa y puede ser dictada por un juez para asegurar fines procesales cuando no se puede optar por otra medida menos restrictiva, y está sujeta a un análisis de proporcionalidad y necesidad.
Ricardo Colorado, abogado de Bryan Alexis, detalló que en la audiencia presentaron comprobantes de domicilio y decenas de testigos para acreditar que el imputado vive en ese sitio, sin embargo el juez pidió un riesgo de evaluación, a pesar de que, según el jurista, no es un requisito obligatorio en México.
“Presenté un peritaje en psicología donde mi cliente tiene arraigo familiar, un entorno sólido y un proyecto de vida y no lo tomó en cuenta (el juez). Están evadiendo, yo presumo que quieran fabricarle alguna orden de aprehensión a mi defendido de otro tipo penal, porque no hayo la forma, la justificación o el porqué de que no le dieron la libertad a pesar del cúmulo de pruebas que presentamos durante la audiencia”, acusó el abogado.
El análisis de riesgo de arraigo domiciliario es el proceso mediante el cual las autoridades judiciales evalúan la probabilidad de que una persona sujeta a un proceso penal intente fugarse o evadir la justicia si se le permite permanecer en su domicilio como medida cautelar o beneficio, en lugar de ser internada en un centro penitenciario.
El objetivo principal es determinar si el arraigo domiciliario es una medida adecuada que asegura la presencia del imputado en el procedimiento penal, garantiza la seguridad de la víctima u ofendido, y evita la obstaculización del proceso.
En la carpeta de investigación de la Fiscalía capitalina, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) narraron que Bryan Alexis “N” tomó el radio de uno de los agentes y después lo arrojó; cuando intentaron recuperarlo, no encontraron el dispositivo en las inmediaciones del Zócalo capitalino.
Aunque al revisar las pertenencias de Bryan Alexis, las autoridades no encontraron el radio, le impusieron la medida cautelar de prisión preventiva justificada bajo el argumento de riesgo a la víctima, peligro para la comunidad y falta de arraigo.
En la audiencia anterior, su defensa intentó desvirtuar esos presuntos peligros a la víctima y a la comunidad con datos de prueba en los que se explicaba que el joven trabaja y que tiene un modo de vida honesto. No obstante, los documentos y los testigos no fueron suficientes para que el juez le concediera el arraigo domiciliario.
Bryan Alexis “N” es un joven que se dedica a la compostura de celulares y aparatos electrónicos. Él y sus abogados aseguran que el día de la marcha de la Generación Z, se encontraba en la Plaza de la Tecnología, en la avenida Eje Central, cuando fue golpeado por policías que después lo trasladaron al Zócalo y más tarde lo privaron de su libertad.
Ricardo Colorado manifestó que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México acudió al penal a brindarles alimento a los presos, verificar el apoyo psicológico y médico y asegurar que se mantengan alejados de los otros reos para asegurar su integridad.
18 personas han sido vinculadas a proceso por aparentemente provocar actos violentos hacia policías durante la marcha de la Generación Z.