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Entre banderas, sol y porras, una marea humana expresó su apoyo a la Jefa del Ejecutivo federal que encabezó el festejo por el séptimo año de gobierno de la Cuarta transformación

“Estoy convencida que se mantendrá la relación comercial con EU”: Sheinbaum

La Presidenta Claudia Sheinbaum, en el marco del festejo de los siete años de la Cuarta Transformación como gobierno (Cuartoscuro)

“En nuestra relación comercial (con Estados Unidos) estoy convencida que se mantendrá. Ambas economías nos necesitamos para competir con otras regiones del mundo”, subrayó entusiasta la Presidenta Claudia Sheinbaum, en el marco del festejo de los siete años de la Cuarta Transformación como gobierno.

Cobijada por una marea humana procedente de varios estados del país y que la ovacionó en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, la mandataria, quien tenía pocas horas de haber regresado de Washington, donde tras el sorteo de la Copa del Mundo del 2026 pudo reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destacó que hay una muy buena relación con Estados Unidos, lo que ha permitido llegar a entendimientos en materia de seguridad entre ambos países y donde el T-MEC son prioridad para México, EU y Canadá y todo acuerdo se realiza con respeto a la soberanía.

Una marea humana acompañó a Sheinbaum en la celebración de los siete años de gobierno de la 4T (Adrián Contreras)

“México es un país libre, independiente y soberano. No somos colonia ni protectorado de nadie", apuntó Sheinbaum al resaltar que en sus conversaciones con Donald Trump se conduce con respeto, soberanía y sin subordinación cuando negocia con el gobierno del vecino país.

En el mismo tenor, la Jefa del Ejecutivo Federal apuntó que además del tema comercial existe un buen entendimiento en materia de seguridad sustentado en cuatro principios: Respeto a la soberanía y a la integridad territorial, responsabilidad compartida y diferenciada y colaboración sin subordinación.

Asimismo, Sheinbaum refirió que también envió una reforma constitucional al artículo 40 para asentar en la máxima ley del país que “bajo ninguna circunstancia” aceptaremos intervenciones e intromisiones o cualquier otro del extranjero.

El apoyo a la Presidenta Claudia Sheinbaum, presente desde las primeras horas de la mañana (Adrián Contreras)

AMBIENTE

En lo que fue la recepción que tuvo la presidenta Claudia Sheimbaun, ésta fue cálida y comenzó a sentirse desde que el sol apenas comenzaba a calentar el pavimento y cuando el reloj marcaba las ocho de la mañana.

Los primeros rayos del astro rey caían sobre el Zócalo capitalino, iluminando lentamente un espacio que, en cuestión de minutos, dejaría de ser un simple punto turístico para convertirse en el corazón de una multitud. Este viernes 6 de diciembre, miles de personas llegaron desde distintos puntos del Valle de México y de otros estados para participar en la llamada “Marcha del Tigre”, un acto en apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum.

Claudia Sheinbaum estuvo acompañada por gobernadores de la 4T y miembros de su gabinete (Adrián Contreras)

El primer aviso de que algo grande ocurría no vino de discursos ni de altavoces, sino de los vendedores ambulantes. Apenas saliendo del Metro Pino Suárez, los gritos de “¡gorra, gorra!”, “¡playeras, llévese la suya!” rompían la rutina de la mañana. Entre la gente que subía las escaleras había familias, jóvenes, adultos mayores, algunos cargando mochilas, otros sombrillas para protegerse del sol que ya prometía ser intenso.

A simple vista, cualquiera habría pensado que se trataba de un sábado normal en el Centro Histórico. Pero bastaron unos cuantos pasos para que el panorama cambiara. De pronto comenzaron a aparecer las gorras blancas y guindas, los colores de Morena dominando el paisaje. En ellas se leía una frase que se repetiría durante toda la jornada: “Ciudad de México está contigo”. También comenzaron a verse banderas con el rostro y el nombre de Claudia Sheinbaum estampados, ondeando con cada ráfaga de aire.

CLAMOR

Un poco más adelante, los sonidos se transformaron. Ya no eran solo los comerciantes: ahora eran las porras que se elevaban en una sola voz. “¡Claudia, te queremos!”, gritaba un grupo. La respuesta llegaba unos metros más adelante, como un eco que se contagiaba entre desconocidos que, por unas horas, se reconocían como parte de lo mismo.

Miles de simpatizantes de varios estados del país acudieronal llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum (Adrián Contreras)

Los contingentes avanzaban lentamente. Había grupos provenientes de Puebla, de Nezahualcóyotl, de Ecatepec, de Chimalhuacán, de Gustavo A. Madero. También se observaban representantes de pueblos originarios, algunos con trajes tradicionales, otros con carteles hechos a mano. Cada grupo llevaba su propio ritmo, pero todos caminaban hacia el mismo destino: el Zócalo.

FIESTA

El ambiente era una mezcla de fiesta, mitin político y encuentro social. Algunos aprovechaban para tomarse fotografías, otros para cantar, otros simplemente para observar. Entre la multitud se escuchaban conversaciones sobre los programas sociales, sobre la continuidad del proyecto, sobre lo que cada quien esperaba del futuro. La política, por un momento, dejó de ser un tema lejano para convertirse en una experiencia compartida a ras de calle.

Ya en el corazón de la plancha, la multitud se apretaba frente al templete. Ahí, la presidenta Claudia Sheinbaum tomó la palabra. Entre aplausos y gritos de apoyo, habló de los logros alcanzados durante su mandato y agradeció el respaldo de quienes acudieron desde distintos rincones del país. El Zócalo, una vez más, fue testigo de cómo la ciudad se transforma cuando miles de voces se reúnen en un solo sitio.

Así, entre sol, banderas y consignas, comenzó una jornada que quedaría grabada en la memoria de quienes la vivieron desde las calles.

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