
Este sábado 6 de diciembre de 2025, un violento estallido sacudió el municipio de Coahuayana, en Michoacán, cuando un vehículo cargado con explosivos detonó frente a la base de la Policía Comunitaria.
De acuerdo con los primeros reportes, el incidente dejó un saldo preliminar de una persona muerta y al menos diez heridas, aunque otras versiones mencionan hasta dos muertos y varios lesionados.
La explosión ocurrió alrededor del mediodía, muy cerca de la presidencia municipal y de la comandancia de seguridad local. El impacto fue tan fuerte que dañó negocios, viviendas, automóviles y hasta las instalaciones de un hospital comunitario cercano.
¿Quién podría estar detrás de este atentado?
Autoridades y diversos mandos de la Policía Comunitaria apuntan a que los posibles responsables del atentado fueron una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo con los antecedentes en la región, este tipo de atentados no son nuevos, el 22 de febrero de 2024 se registró un ataque similar en Coahuayana, también atribuido al mismo grupo criminal.
Por su parte, autoridades estatales y federales ya desplegaron un operativo especial en la zona, con el objetivo de atender a los heridos, resguardar el perímetro y recolectar pruebas que permitan identificar a los culpables.
Explosión y atentado en Coahuayana
El estruendo generó pánico entre la población. Vecinos reportaron que varias cuadras quedaron sin energía eléctrica tras la explosión, y muchos fueron evacuados como medida preventiva.
Además, los daños materiales son mayores: comercios, viviendas, vehículos particulares y hasta un hospital resultaron afectados. Las escenas de destrucción se viralizaron en redes, y el miedo crece entre los habitantes que denuncian que la violencia en la zona se ha intensificado.
Líderes comunitarios han exigido la intervención urgente de autoridades estatales y federales, pues acusan que desde hace años la población vive bajo la amenaza constante del crimen organizado.
La agresión en Coahuayana no es un hecho aislado, sino parte de una espiral de violencia que azota a Michoacán en los últimos años. Grupos delictivos como el CJNG han protagonizado emboscadas, uso de drones explosivos y ataques directos contra comunidades y policías comunitarias.
Este ataque en pleno centro de un municipio costero evidencia la capacidad de los cárteles para golpear no solo en zonas remotas, sino incluso en áreas urbanas y con población civil cerca, lo que pone en jaque la percepción de seguridad.