Nacional

Home office desata alzas en niveles de estrés y violencia hacia las mujeres

Las llamadas en busca de orientación jurídica y psicológica por agresiones incrementaron 1,500 por ciento de 2019 a 2022

Puño cerrado amenazante
Foto: Especial Foto: Especial (La Crónica de Hoy)

El home office derivado en la mayoría de los casos de la pandemia, modificó la vida cotidiana y la convivencia, lo que se ha reflejado en un aumento de casos de estrés familiar y violencia de género.

Son varias las víctimas, principalmente mujeres, que no saben cómo denunciar el maltrato del que han sido blanco por parte de sus jefes, compañeros de trabajo e incluso por miembros de su propia familia, episodios que les han acarreado problemas psicológicos y depresión.

Itzel Jiménez tiene 27 años y funge como reclutadora para una empresa embotelladora de agua; ella cuenta a Crónica que durante cinco meses fue víctima de maltrato físico y psicológico por parte de su expareja.

“Con la llegada de la Covid-19 mi pareja y yo decidimos vivir juntos para solventar los gastos, al inicio pensé que el home office seria benéfico, pero fue una de las principales causas de nuestra ruptura”, narró.

La joven asegura que durante el primer mes de la pandemia su novio comenzó a ser más agresivo con ella, aunque ambos trabajaban desde casa, los principales problemas eran debido a dinero, por lo que Itzel tenía que cubrir la mayor parte de los gastos.

“De repente pasé a hacerme cargo de la mayor parte de los gastos en la casa, de renta, internet, luz y el agua, mientras yo pasaba casi 12 horas conectada en cosas de mi trabajo él se dedicaba a insultarme e incluso me llegó a gritar de manera constante y me reclamaba que no le prestaba atención”.

La joven asegura que de los gritos y reclamos pasó a golpes, y aunque Itzel dice que trató de dejar su relación en repetidas ocasiones, terminaba por acceder a los chantajes de su pareja, quien amenazaba con quitarse la vida si ella lo abandonaba.

“Había semanas en las que no podía dormir, todo el tiempo me sentía estresada o deprimida por estar con él, no sabía a quién acudir o de que forma terminar mi relación”.

Fue hasta septiembre del año pasado que esta joven, al tomar conciencia y armarse de valor decidió denunciarlo por abuso psicológico y violencia.

Itzel asegura que el proceso de su denuncia no fue nada sencillo, ya que debido a la crisis sanitaria hacer un trámite de este tipo es “imposible”, como ella detalla.

Un reporte del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México destaca que las llamadas en busca de orientación jurídica y psicológica por agresiones incrementaron 1,500 por ciento de 2019 a 2022, y los apoyos ante riesgo suicida, 679 por ciento.

Asimismo, esta organización señala que de 2020 a los primeros meses de 2022 sus especialistas apoyaron a 1,187 mujeres por problemas laborales, según un apartado sobre Ciberseguridad y costo emocional de los trabajos.

Acoso sexual, discriminación de género y despidos por embarazo son algunos de los asuntos que han revisado.

El Consejo Ciudadano identificó que en los últimos dos años la salud mental se vinculó directamente con los problemas laborales. De enero a febrero de este año, el estrés por el trabajo es la principal causa por la cual las mujeres buscan apoyo emocional, con 26 por ciento de los reportes. Esas llamadas desplazaron al segundo sitio al desempleo, que registra 18 por ciento de las atenciones.

De acuerdo con la organización, las mujeres en México no cuentan con las mismas condiciones para generar ingresos y recursos propios a partir del acceso a un trabajo remunerado. Además, concentran la mayor parte del trabajo no remunerado en el hogar y por cuidados.

El análisis de las 118,835 atenciones que brindó el Consejo Ciudadano a mujeres de todo el país en 2021, y en lo que va de este año, revela que las brechas y la sobrecarga de labores no remuneradas afectan la salud mental.

Asimismo, la frustración, la ansiedad, el enojo y la desesperanza son algunas de las causas principales por las que solicitan el apoyo.

Lucero Sánchez, otra entrevistada por este diario, asegura que una de las principales problemáticas a la que se tuvo que enfrentar con la llegada de la pandemia eran las extensas jornadas de limpieza que realizaba en su hogar, y como ama de casa asegura que las labores básicas de limpieza se hicieron más difíciles.

“Tuve que asistir en busca de ayuda psicológica debido al estrés (por causa) del encierro, me aterraba que mi familia se pudiera contagiar del virus, por lo que pasaba hasta cuatro oras haciendo limpieza en mi casa, no supe en que momento perdí el control”, expresó.

Asegura que estas acciones la orillaban a discutir diariamente con su pareja, lo que ocasionaba una tensión no sólo con su esposo, pues sus hijas sufrían por la tensión que había dentro del hogar.

Los intentos por no contagiarse de COVID-19 incrementaron las tareas en el hogar. La limpieza para mantener todo desinfectado fue como nadar contracorriente en un confinamiento con varias personas que antes pasaban el día en el trabajo o la escuela. El problema fue principalmente para las mujeres, quienes siguen encargándose de la mayoría de las actividades.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor económico del trabajo doméstico y de cuidados incrementó 14 por ciento de 2019 a 2020, al pasar de 5.6 a 6.4 billones de pesos. Las mujeres contribuyeron con el 73.3 por ciento de ese monto y los hombres, con 26.7 por ciento. Es decir, ellas aportaron casi tres veces más que ellos.

Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México