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El porcelanato es un material extremadamente noble para el acabado de interiores, particularmente de pisos, donde su duración llega a equipararse con el de los pisos propiamente cerámicos. Si bien la inversión es un primer aspecto a destacar en el porcelanato, se equivoca quien crea que con este material se reduce la presencia de un espacio, pues basta con un mantenimiento adecuado para que luzcan como si estuvieran recién instalados.
Las pulidoras de pisos son las herramientas con las que los expertos en mantenimientos de pisos logran devolver la vida a muchos espacios. Como en muchos otros rubros de la arquitectura y la decoración, una buena conservación depende de que inicialmente se elija la variedad de material que se adapte al uso (frecuencia y pesos a soportar en caso de tránsito de objetos, presencia de humedad o tierra), ya que en cada tipo se podrá encontrar acabados brillantes o mates.
Una vez resuelto ese punto de arranque, el propietario debe saber que sólo el mantenimiento sacará lo mejor del porcelanato tanto en resistencia como en duración. Limpiar porcelanatos es una tarea para especialistas cuando se trata de lograr una vida impresionantemente larga para los pisos. Aunque usted no lo crea, un buen mantenimiento puede lograr que el piso se mantenga en buen estado, solo con intervenciones menores, unos 80 años. Prácticamente lo mismo que el material cerámico con revestimientos.
El pulido es esencial para lograr que nuestro piso, como unidad, perdure sin mostrar zonas dañadas. Los especialistas logran que este mantenimiento con lavados y abrillantamientos que se realizan específicamente para este tipo de pisos. Una ventaja más es que se trata de materiales que reciben excelentemente el paso de las de pulidoras, por lo que un día de mantenimiento suele no tener sorpresas ni de procedimientos adicionales ni de horarios extras para lograr el cometido.
Estos procedimientos, no olvidemos, son los que harán la labor de “emparejar” nuestro piso y devolverle sus virtudes iniciales en cada rincón, erradicando zonas deterioradas en comparación con el resto.
Toda vez que el proceso de fabricación es más moldebale, el porcelanato suele cumplir nuestras expectativas estéticas de mejor manera que la cerámica. Y si ese es un punto fuerte del material, hay que saber sacarle provecho. En contra de lo que muchos creen, este material puede lograr mucha mayor elegancia que otros.
El acabado que semeja la madera está ganado muchos adeptos a partir de que los diseños finales de las placas de porcelanato se han refinado; ya no es necesario recurrir sólo a la imitación del mármol o Granito, que son los acabados tradicionales, pues los tres casos dan un aspecto espectacular a espacios amplios, ya sean residenciales o de oficinas que requieren ser funcionales al mismo tiempo que expresan en su sede la bonanza que implica su actividad.
Consejos prácticos para mantener los pisos de porcelanato siempre brillantes y relucientes.
Esto indica que la preocupación real del propietario debe centrarse en que el piso no se vea sometido a situaciones para las que no fue pensado. Si el material elegido era para bajo tránsito, uno de hogar, llevar allí mercancía en diablos montacargas puede resultar en rayaduras que bien pueden ser tratadas también por los expertos, pero debemos recordar que habrá un punto donde el material se deforme y ello implique un intervención mayor en la reparación.
Sin embargo, no se crea que el porcelanato es débil, pues está recomendado (en la variedad adecuada, claro) para zonas de almacén de cierto tipo de industria. Tiene buena resistencia y eso es notable.
No olvidemos, como ya se mencionó, que su proceso de fabricación permite un manejo más libre de materias primas y de la mejor calidad, además de que las técnicas de procesamiento a alta presiones y temperaturas han avanzado increíblemente, generando diferentes grados de resistencia al peso y la abrasión.
Como puede deducirse, el porcelanato está allí como una gran alternativa. Después de instalarlo, bastará con apoyarse en los expertos en pulido de pisos para que la inversión inicial prolongue su beneficio por muchos, muchos años.
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