El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) presentó la convocatoria del Programa Estratégico Nacional de Tecnología e Innovación Abierta (PENTA), “especial y explícitamente dirigida, en inicio, a las nano, micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales generan casi tres cuartas partes del empleo nacional”, dijo Delia Aidée Orozco Hernández, directora adjunta de Desarrollo Tecnológico e Innovación de la institución.
El objetivo de la convocatoria, que abrirá el 2 de septiembre, es dar solución a problemas nacionales prioritarios en las áreas de: salud; soberanía alimentaria; agua; desarrollo urbano; ciudades sustentables; transición energética y cambio climático; sistemas socio-ambientales y sustentabilidad. “Los proyectos que estamos apoyando son aquellos de alta aplicabilidad para la solución de problemas en nuestro país”, agregó Orozco.
Los montos de apoyo por proyecto van de 30% a 70%, dependiendo de la modalidad. Sin embargo, con respecto a la cantidad máxima de proyectos que piensan apoyar, y el presupuesto total disponible dice que “no hay un techo para el número de proyectos ni tampoco por el monto. El enfoque es entender la respuesta del ecosistema de innovación del país, y con eso establecer dónde vamos a apoyar”.
Añade que la generación de propiedad intelectual y patentes interesa “como consecuencia de la calidad de la aplicabilidad del conocimiento. Esto nos va a permitir la generación de empresas de base científica y tecnología”.
“Los modelos de innovación que estaremos impulsando y que se convocan a través de PENTA deben tener estos dos ejes: mayor bienestar social y cuidado del medio ambiente”, declaró en conferencia de prensa María Elena Alvarez-Buylla, directora general del Conacyt, quien comentó que la inversión que se ha hecho, si bien ha tenido impactos positivos como el aumento de centros de investigación y su infraestructura, no redundó en un aumento de la eficiencia de innovación, siendo éste el indicador que utiliza la organización mundial de la propiedad intelectual.
“Encontramos que México en los últimos seis años no aumentó en congruencia con el aumento del gasto en infraestructura, sino que disminuyó en su eficiencia de innovación 16 lugares. Esto nos lleva a replantear el modelo para incentivar la innovación tecnológica.”
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