
Para L.C.
Imaginar la escena es fácil.
Reunida con sus colaboradores, los propios y algunos extraños, Guadalupe Taddei, presidenta del Consejo del Instituto Nacional Electoral intenta cumplir un requisito público: explicar, pocas horas antes, la enorme trascendencia y el peso histórico de la elección de pasado mañana.
--Yo debería escribir –les dice-- un artículo especialmente en alguno de los medios antagónicos. ¿Qué tal Reforma?
--Genial, contesta una de sus incondicionales. Es usted una genia (con A), consejera presidenta.
--Yo observo –dice un individuo menos zalamero— un pequeño inconveniente: usted no sabe escribir.
Furiosa doña Guadalupe le suelta a su crítico una sonora mentada (debe ser Sonora) y luego lo reprende.
¿Cómo se atreve? Para eso tengo el ese chipití --o cómo se llame—la cosa esa de la inteligencia artificial…
--Pues si no hay de la otra, dijo una sigilosa y arrinconada voz sin dueño visible.
--¿Quién dijo eso? Nadie respondió pero todos se rieron con sordina.
--¿No entienden la importancia histórica de lo que estamos haciendo (aquí otra Sonora imprecación de grueso lenguaje), no se dan cuenta del privilegio de escuchar el llamado de la patria, la voz del pueblo? Estas cosas suceden una sola vez en la vida. Y no en la vida de todos…”
Y así, con la dificultad de quien asciende sin botas ni oxígeno, sólo con huarache, el Monte Everest de la comunicación política, doña Guadalupe arrancó su penosa batalla contra el alfabeto.
“México –inició con insolente inspiración de las huecas ideas ajenas--, se prepara para escribir una nueva página en su historia democrática, en la que la ciudadanía ejercerá por primera vez su derecho a elegir directamente a quienes ocuparán los principales cargos del Poder Judicial de la Federación.
“La elección extraordinaria del 1º de junio próximo representa un paso firme hacia una democracia más participativa y transparente. Como presidenta del Instituto Nacional Electoral, puedo afirmar con convicción que en el INE estamos preparados para cumplir con esta responsabilidad histórica”.
Para ese momento el “chipití”, estaba exhausto, pero ella hallaba renovado brío en el atropello inclemente de la prosa (prosaica):
“…Desde el inicio de este proceso, el INE ha puesto en marcha un despliegue técnico, logístico y humano sin paralelo. Hemos diseñado boletas diferenciadas por tipo de cargo, género y especialidad (olvidó los colorcitos); también lineamientos claros de escrutinio y cómputo; y llevado a cabo simulacros que nos han permitido afinar cada detalle operativo. Nada ha sido improvisado. Todo ha sido planeado, probado y validado”.
Obviamente doña GT omitió algunas cosas: la insuficiencia de casillas, la escasez de personal de supervisión, la falta de voluntarios, el escrutinio sin supervisión, el cómputo invisible, la falta de resultados preliminares, etc.
Y en cuanto a su capacidad para diseñar boletas diferenciadas, pues no hay Dios para entenderlas. Numeración, cargos, proponentes y géneros. Son tan abstrusas sus criaturas que requieren hasta una explicación presidencial (igualmente farragosa), cosa inusitada pues en este país se le concede al INE exclusividad en la organización y promoción electoral, sin espacio –legal al menos--, para la intromisión del gobierno.
Pero esas son minucias legaloides propias de los conservadores.
¿Usted no se enteró de las explicaciones de la señora presidenta (con A)? Pues se las transcribo. Son meridianas.
“…Bueno, recuerden que son 6 boletas las que van a recibir el domingo. Y en aquellos lugares donde hay procesos locales, también de renovación del Poder Judicial en los estados, por ejemplo, en la Ciudad de México hay un número de boletas que tienen que ver con los candidatos al Poder Judicial de la Ciudad de México.
“En el caso del Poder Judicial de la Federación, tenemos la boleta morada o lila, que es para ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Entonces, aquí vienen los nombres de las mujeres que uno puede escoger…”
Y entre distinciones cromáticas, la presidenta abordó el miércoles, toda la explicación del papasal de las boletas. Después de hablar y señalar tanta lámina y cuadrito, debe haber sufrido jaqueca.
“De este lado viene de qué Comisión salieron. El número 1, por ejemplo —por razones obvias, no ponemos los nombres, porque… para no pensar que estamos promoviendo a alguien—, el número 1 dice “Poder Ejecutivo”, quiere decir que salió de la Comisión del Poder Ejecutivo, de la Comisión que hicimos para poder proponer nombres, a partir de esta convocatoria amplia que se hizo en la Presidencia.
“Poder Legislativo”, los que se escogieron de la Comisión de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores. Poder Judicial, los que resultaron de la selección del Poder Judicial; y aquellas personas que están hoy en el Poder Judicial y que decidieron volverse a postular.
“Esto está aquí, aquí están los números y aquí está la persona.
“Esto es para mujeres: entonces uno va a elegir, de las 48 mujeres, el número, y lo va a poner arriba. Son 5 mujeres…”
--Estoy perdido y no sé qué camino me trajo hasta aquí…" pero sigo leyendo:
“…Y en el caso de los hombres hay un número propuesto. Es lo mismo, las que propuso el Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial o que ya están actualmente en el Poder Judicial. Uno escoge los nombres y al número que le corresponde lo pone en la parte de arriba.
“Luego, para magistradas y magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, este es la sustitución del Consejo de la Judicatura, es el nuevo organismo que va a revisar la participación de los jueces… si hay alguna denuncia, la van a resolver (seguro, seguro).
“--Este es nuevo --prosiguió la presidenta en abierta pedagogía electoral--, una nueva institución dentro del Poder Judicial es el Tribunal de Disciplina Judicial.
“Y el sistema es igual: están los números, quién los propuso. En este caso, si se repiten es porque eran parte del Consejo de la Judicatura y ahora, se inscriben para el Tribunal de Disciplina Judicial. Decide uno por quién quiere votar y pone los números. En este caso hay 3 mujeres y 2 hombres.
“Este es: magistradas y magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. En este caso son las personas que faltan en la Sala Superior, una mujer y un hombre. Entonces, en este caso es lo mismo: quién los propuso, el número. Uno escoge una mujer y un hombre y el número al que corresponde lo pone en la parte de arriba.
“Después, viene (n) magistradas y magistrados de la Sala Regional del Tribunal del Poder Judicial de la Federación. Estas son para diversos estados nombres diferentes, porque son regionales, y es lo mismo, y es para el Tribunal Electoral…
“Y ahora viene el de jueces y juezas de Distrito: En este caso de juezas y jueces de Distrito, aquí va a tener uno que escoger del color anaranjado, una persona del color anaranjado mujer y la pone arriba. Del color moradito, que es el juez civil; una persona del color morado (tendrá frío) y lo pone en el color morado o lila. Del color más azulado, más morado, está el lila, morado, también, y lo pone arriba. Del color azulito, de todos los del color azulito (como el principito) arriba y del amarillo arriba. E igual para las mujeres y para los hombres.
“Esta es la manera en que vamos a votar el próximo domingo”.
--Perdone, señora, ¿me puede repetir desde donde dijo próximo domingo…?
Sin embargo el estro no abandonó jamás a la señora Taddei, quien remató su artículo “chipití” con estas contundentes frases. Iba a decir ideas, pero no, frases es suficiente:
“…Lademocraciamexicanademostraráunavezmásqueestávivaquese defiendeconhechosyquecadadíasefortalececonlaparticipaciónlibreydecididadetodasuciudadanía…”
¿Así o más claro el preámbulo del acarreo dominical?
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