
Las protestas de los migrantes indocumentados en Los Ángeles le dieron una bocanada de oxígeno a la administración Trump después de los tropezones con los aranceles y la ruptura con el magnate Elon Musk.
Era justo lo que estaba esperando para resucitar con todo el discurso de la invasión de criminales extranjeros a su territorio y, de paso, ajustar cuentas con los demócratas de California que han sido un enemigo invencible para la maquinaria de los republicanos.
Como una extensión del golpeteo político la secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, acusó a Claudia Sheinbaum de alentar las protestas de Los Ángeles. La presidenta mexicana reaccionó rápido y dijo que es absolutamente falso. Lo es, pero eso no quita que sea peligroso e inoportuno.
No hay que perder de vista que la presidenta Sheinbaum aceptó acudir a la Cumbre del G-8 a realizarse la próxima semana en la helada Alberta, Canadá, y hay la posibilidad de una reunión con Donald Trump. ¿Después de las acusaciones el viaje y la reunión siguen en pie?
Malandros colombianos
La confirmación de que exmilitares colombianos, en calidad mercenarios de bandas criminales, delinquen y matan en México la hizo la voz más autorizada, la de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad del gobierno federal.
De modo que es algo oficial y, por lo tanto, merece una respuesta del más alto nivel. “Se ha detectado un patrón de reclutamiento por parte de grupos delictivos de nuestro país”. Se trata de sujetos sumamente peligrosos por su nivel de entrenamiento militar de élite.
Tras la explosión de una mina terrestre en un camino en los límites de Michoacán y Jalisco, que provocó la muerte de ocho soldados mexicanos, fueron detenidos varias personas, entre ellos 12 colombianos, y 9 de ellos exmilitares. Es inadmisible.
Se dice que hay comunicación constante con el gobierno de Colombia, pero lo cierto es que el trabajo de inteligencia es minúsculo, se les van todos y acá pagamos las consecuencias de sus omisiones.
Disculpas oportunas
En un gesto que llama la atención porque no es la regla sino la excepción en el concierto internacional, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México ofreció una disculpa formal al gobierno de Guatemala por los incidentes ocurridos el pasado 8 de junio en el límite internacional, a la altura del puerto fronterizo Cuauhtémoc-La Mesilla.
Ese día una fuerza especial del gobierno chiapaneco, que perseguía a un grupo de delincuentes, cruzó indebidamente la línea fronteriza. La disculpa fue enviada mediante una nota diplomática, en la que el gobierno mexicano lamenta los hechos y busca subsanar cualquier afectación derivada del suceso.
La SRE destacó la importancia de fortalecer los mecanismos de cooperación bilateral e incrementar la seguridad en la zona fronteriza, buscando mantener una relación de respeto y colaboración con el país vecino.
La posición de la embajada de EU
Se han publicado en la prensa estadounidense y en la mexicana miles de fotografías de las protestas de los Ángeles. En esas imágenes tiene un lugar preponderante la bandera mexicana, que ondea entre el humo de los gases lacrimógenos, los gritos de protesta y los gritos de dolor por el impacto de las balas de goma.
Hay una polémica en curso y el nuevo embajador de EU en nuestro país, Rony Johnson, ex Boina Verde y ex cuadro de lujo de la CIA, no se quiso quedar al margen. Dijo que el uso de la bandera mexicana daña la relación bilateral.
Las banderas representan valores compartidos, no división ni ilegalidad. La bandera mexicana no puede aparecer en imágenes de destrucción de la propiedad pública o privada en otro país.