El informe mundial (202 países) comienza directo, tajante: “Si observamos el panorama político del año 2024, podemos advertir que nos encontramos en los peores niveles democráticos en los últimos 25 años. Como detallamos y analizamos a continuación, la tendencia de la «tercera ola de autocratización» se está profundizando y extendiendo”.
Y nadie parece escaparse: “Esto incluye el debilitamiento de la democracia en algunas democracias liberales establecidas, la ruptura de la democracia en países que fueron democráticos durante la mayor parte del siglo XXI, así como la profundización de la autocracia en Estados ya autocráticos”.
Les hablo de lo que es, quizás, el principal estudio sobre la evolución política en el mundo. Por fortuna tenemos varios (IDEA-Internacional, Freedom House, Democracy Index-The Economist Intelligence Unit o nuestro Latinobarómetro) pero, en palabras de A. Schedler “el informe de V-Dem constituye el esfuerzo más sistemático y abarcador” de los que conoce el planeta. En sus palabras: “Varieties of Democracy (V-Dem) produce el mayor conjunto de datos mundiales sobre democracia, con más de 31 millones de datos de 202 países desde 1789 hasta 2024. Con la participación de más de 4 mil 200 académicos y expertos en países, V-Dem mide más de 600 atributos diferentes de la democracia”.
Su informe 2025 por desgracia, nos suena demasiado familiar: “Los niveles de democracia del ciudadano promedio del mundo vuelven a los niveles de 1985… se trata de una verdadera ola mundial de autocratización. Europa del Este, Asia Central y Meridional son las regiones que sufren un declive especialmente pronunciado. América del Norte y Europa Occidental tampoco son inmunes: el nivel de democracia en estas regiones ha vuelto a 1983 si observamos la media por países… el mundo cuenta ahora con 88 democracias (liberales y electorales) y 91 autocracias (electorales y cerradas), lo que supone un cambio radical con respecto al año pasado… Casi 3 de cada 4 personas en el mundo -el 72 por ciento- viven en autocracias en la actualidad”.
Esto quiere decir que los países más grandes, más poblados y económicamente más importantes, (China, India, Indonesia, Pakistán, Estados Unidos… y México) protagonizan el grueso de los episodios autoritarios. Muchos de estos países tienen influencia sobre sus vecinos, en las organizaciones internacionales, la cooperación multilateral, el comercio, las inversiones, etcétera.
El informe llama la atención sobre esto: la pérdida de la democracia es mucho más que un fenómeno político y alcanza el conjunto de las actividades humanas: desde la economía hasta la cultura, de las relaciones internacionales a las relaciones personales… en otras palabras, está alterando la vida humana.
Hasta el año 2022, existían dudas razonadas sobre la existencia o no de una “ola autocratizadora” y si el fenómeno de destrucción de las democracias era universal. En este año -2024- según V-Dem, ya no hay lugar para matices: “el avance autoritario es un hecho comprobable en casi todo el mundo” si bien la cosa admite excepciones o vueltas en “u”, como en América Latina y el Caribe, donde cinco países mejoraron su nivel de democracia (el 20 por ciento de la región): Bolivia, Brasil, Ecuador, República Dominicana y Honduras.
Sin embargo, la autocratización siguió extendiéndose en el subcontinente, con siete países (o el 28 por ciento de la región) que actualmente retroceden: Argentina, El Salvador, Guyana, Haití, Nicaragua, Perú y destacadamente… México.
Dice el informe: “La caída antidemocrática de México es dramática en los últimos tres años. La aplastante victoria en 2018 de Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) condujo al control monopolizado de los poderes ejecutivo y legislativo y de una mayoría (23 de 31 a finales de 2024) de los estados subnacionales, al debilitamiento de las restricciones judiciales y al fortalecimiento del poder de los militares en asuntos civiles”.
Y más adelante dice “Con las elecciones de junio de 2024, MORENA aumentó su cuota de escaños legislativos del 40 al 47 por ciento, y la sucesora de AMLO, Claudia Sheinbaum, ganó la presidencia, siendo la primera mujer elegida presidenta en México. México se clasifica como democracia electoral de «zona gris», lo que significa que su estatus como democracia es incierto a finales de 2024”.
Ojo: este diagnóstico no capta los hechos que se sucedieron en el segundo semestre de 2024, es decir, la inconstitucional mayoría calificada en la Cámara de Diputados, las maniobras mafiosas en el Senado, la anulación de los órganos autónomos y la captura del poder judicial en su conjunto, vía elecciones esas sí, plagadas de irregularidades y contrahechuras.
Aún con esa salvedad ¿saben quienes son los países que en 2024 aceleraron más dramáticamente su autoritarismo? Grecia, Perú, Mauricio, Hungría, la India y, otra vez, México cuyo deterioro solo es superado por Serbia, Comora, Nicaragua y Afganistán. Leyó usted bien: México se encuentra ya en el Top mundial de la destrucción antidemocrática.
Es la primera vez que nuestro país alcanza tal protagonismo y tal preocupación en los estudios de V-Dem. Todavía el año 2022 no aparecíamos como un caso relevante (en parte porque ciertos sectores de la academia, sobre todo en Estados Unidos, creyeron ver un gobierno de izquierda), pero las evidencias acumuladas hasta julio de 2024 demuestran que ya saltamos un umbral para convertirnos en un verdadero objeto de estudio. Se abre así y en definitiva, una nueva etapa política en México. El año cero de autoritarismo mexicano.
(El estudio completo y en español puede verse aquí: http://bit.ly/4lnu9X4, no tiene una página de desperdicio).